29 de abril de 2012

Mourinho y el entorno


91 puntos, 29 victorias, 112 goles y diez puntos -a falta del encuentro de esta noche en Vallecas- sobre el segundo clasificado en 35 partidos. Los finalistas de la Europa League, a más de 30 puntos. Unos registros históricos y contundentes. Pero el discurso no es válido porque las circunstancias denigran lo que ellos estipulan como el verdadero fútbol; son los mismos proclamadores del canon único futbolístico, que convierten en belleza incluso con la derrota del líder. Hasta cuando te equivocas es válido. Es la variante de ese entorno radical, que personifican con Jorge Valdano en los medios, Bielsa y Michel en los banquillos, y Raúl González en el campo. Sus objetivos tienen nombre y apellidos: Florentino Pérez y José Mourinho. 

Marcelo Bielsa y Raúl son dos personajes entrañables. El primero está haciendo una temporada fantástica en el Athletic; el segundo, a sus casi 35 años, sigue impregnado de ese gen ganador propio de un chaval que acaba de empezar su carrera deportiva. Admirables. Sin embargo son dos personajes que el entorno mediatiza para atacar el proyecto de Mourinho: a Bielsa por su forma de jugar y Raúl por sus valores. Me comentaba el otro día un compañero que Bielsa había llegado en un año a dos finales; una más que Mou en sus dos temporadas como técnico. Mi respuesta fue que Mourinho había conseguido en el Inter los mismos títulos que Bielsa en 22 años de carrera. No volvió a abrir el pico, claro. La cosa no termina aquí. Por ejemplo: hoy venía al Bernabéu el Sevilla de Míchel. Un entrenador que tiene en su currículum llevar al Getafe a Europa y descender a 2ªB al Castilla de Mata, Negredo y De la Red. Pues había voces, incluido el propio Valdano, que le querían poner a entrenar ya al Madrid. Como diría Jabois, a nivel de imagen de imagen nos vendría bien: recuperaríamos el señorío y la Europa League 

Muchos periodistas afirman que la salida de Guardiola se debe a la presión y a la ansiedad que conlleva un cargo de tal calibre durante cuatro años. Normal. Eso sí, con todos los medios a favor. Aquí, el señor Mourinho, lleva dos años con una presión mediática brutal. Su situación es muy similar a la de otro entrenador del Madrid: Fabio Capello. Con la victoria de hoy, el Madrid lleva 20 partidos de Liga consecutivos sin conocer la derrota; unos datos que no se registraban desde la temporada 96/97. A ese equipo maravilloso de Raúl, Roberto Carlos, Seedorf y Suker, lo entrenaba Capello. Otro entrenador maltratado por el entorno. Y ese equipo jugaba, como el de Mourinho, muy bien al fútbol. El Capello que llega en su segunda etapa no tiene nada que ver. Y esta reflexión viene a cuento por varios comentarios que he leído sobre una pitada mayoritaria a Mourinho esta mañana en el Bernabéu. Hubo pitos aislados, ni el 10% del estadio, cuando desde el Fondo Sur se coreó el nombre del entrenador portugués. Eso se ha calificado como "pitada del Bernabéu". Espeluznante. Y por supuesto que hay muchos aficionados madridistas que discrepan con Mourinho; ya sea por su planteamiento, sus formas o por vete a saber qué. Pero faltar a la verdad sobre un hecho que han presenciado más de 80.000 personas me resulta acojonante.


Ah sí, se me olvidaba, ganó el Madrid tres a cero con un doblete de Benzema. Granero, ese jugador que no iba a vestir más la camiseta blanca, fue titular y tuvo una actuación destacada.

Un gol de Tamudo esta noche en Vallecas podría darnos un nuevo concepto de la justicia poética.

Real Madrid 3 - Sevilla 0. Cristiano Ronaldo y Benzema (2)

Casillas (2), Arbeloa (2), Ramos (2), Pepe (2), Marcelo (3), Alonso (2), Granero (2), Di María (1), Özil (1), Cristiano Ronaldo (2), Benzema (3), Callejón (1), Khedira (1), Albiol (1)

Mejor jugador del partido: Karim Benzema

Foto 1: Agencia EFE

26 de abril de 2012

La bestia negra


Lágrimas de impotencia, aplausos para los guerreros y un silencio sepulcral que recorre todo el Paseo de la Castellana. La crueldad de este deporte en su máxima expresión. Los penaltis decidieron la suerte entre Madrid y Bayern, un cara o cruz que se llevaron los alemanes gracias al acierto de Manuel Neuer. Ante un Bernabéu eufórico, como en las grandes noches europeas que ha vivido este estadio a lo largo de su historia, el conjunto de Jupp Heynckes ha dado muestras de entereza tras verse con un 2-0 a los veinte minutos. Con un espléndido Toni Kroos de canalizador del juego, y un despliegue táctico y físico inconmensurables, se plantan en la final merecidamente. A tenor de lo visto, el tanto de Mario Gómez en el Allianz fue determinante en la eliminatoria.

El previo del encuentro fue espectacular. Dos aficiones entregadas por sus equipos, animando sin cesar antes, durante y después del pitido del árbitro. Noches así hacen muy grande a este deporte. Pero como en toda competición siempre tiene que haber ganadores y vencidos, evidentemente. Mourinho sorprendió, al menos a mí, con la titularidad de Marcelo. Y el guion del encuentro fue el previsto: el Madrid dominó la posesión del balón durante los primeros minutos. Los dos goles de Cristiano, uno de ellos tras un penalti claro, presagiaban un encuentro plácido. Fue una sensación parecida a la que sintieron los barcelonistas con el tanto de Iniesta y la expulsión de Terry. Estaba todo de cara y ya era imposible fallar. El Bayern se encuentra con un penalti que transforma Robben y Ramires hace una genialidad que cambia todo. Fútbol. El gol alemán viene del lado de Marcelo, en una de esas subidas que se quedan sin una cobertura correcta. A pesar de ello, el lateral brasileño hizo un gran marcaje durante todo el encuentro sobre Arjen Robben.

Nos encontramos con un partido psicológico, de auténtico tablero de ajedrez, en el que la táctica y el poderío físico alemán se llevan el gato al agua. Mourinho sabía perfectamente que un gol del Bayern les dejaba prácticamente fuera; mientras que el equipo de Heynckes, buscaba ese tanto para cerrar la eliminatoria.  El bloqueo mental y futbolístico del Madrid en la segunda mitad fue impresionante. ¿Hubiera sido positivo para el Madrid tener que llevar la iniciativa, aunque el partido fuese empate a dos? Quizá. A pesar de la inexistente segunda parte de Cristiano, fenomenalmente defendido por Lahm, y la pobre versión de Di María y Kaká, hay que dar mérito al Bayern. El tridente del centro del campo formado por Gustavo, Kroos y Schweinsteiger fue muy superior. Algunos nos preguntábamos por qué Mourinho no había dado minutos a Kaká en anteriores compromisos. Hoy tuvimos la respuesta. Viendo el panorama y el nivel del brasileño, la entrada de Granero era primordial a los pocos minutos del segundo tiempo.


Así llegamos a la prórroga. Sin claras llegadas por parte de los dos equipos. Un par de internadas de Kaká que evidencian su declive y poco más. Al área del Madrid se llegó poco gracias a un partido descomunal, otro más, de un Pepe imperial. El mejor del Madrid. Los penaltis iban a decidir la suerte: el cielo o el infierno. Manuel Neuer fue el héroe de la noche. Cristiano Ronaldo lleva un sinfín de tantos seguidos sin fallo desde los once metros; el más decisivo de todos, agua. Y no estaba mal tirado. El de Kaká tampoco, creo. La envergadura de Neuer hace el resto, ya que iban al sitio donde más daño se hace a un portero. Casillas, con dos paradas milagrosas, daba un rayo de esperanza al Madrid. Sergio Ramos mandó al limbo todo lo demás. Si el portero rival detiene los penaltis a tus dos mejores especialistas, poco más se puede añadir al respecto. El golpe ha sido tremendo. El Bayern vuelve a ser la bestia negra del Madrid en Europa.

José Mourinho ha confirmado en rueda de prensa lo que era un secreto a voces: su continuidad en el Real Madrid. Una noticia que es importantísima, desde mi humilde punto de vista, para la institución. Un golpe moral para todos aquellos personajes que llevan intentando torpedear el club desde la marcha de Jorge Valdano, con el único objetivo de volver a tener su cortijo privado con otro presidente al cargo. El Real Madrid ha crecido en estos dos años, tanto a nivel deportivo como institucional. Tiene un proyecto libre, que es inmune a la multitud de injerencias externas. Está a un paso de conquistar una Liga en la que ha destronado al Barcelona de Pep Guardiola. Ha logrado disminuir la diferencia abismal que había entre ambas instituciones para competir de tú a tú con los mejores equipos del continente. El palo es duro. Muy duro. Pero este equipo, con una afición ejemplar como la de esta noche, se puede levantar.

Real Madrid 2 - Bayer de Múnich 1. Cristiano Ronaldo (2); Robben.

Casillas (3), Arbeloa (1), Ramos (1), Pepe (3), Marcelo (2), Alonso (2), Khedira (2), Özil (1), Di María (1), Cristiano Ronaldo (2), Benzema (1), Kaká (0), Granero (1), Higuaín (1)

Mejor jugador del partido: Kroos y Neuer.

22 de abril de 2012

La prueba final


Keep calm and trust Cristiano. El Real Madrid de José Mourinho ha superado un nuevo obstáculo en el camino de tantos reproches, críticas, majaderías y demás figuras abyectas que han intentado por todos los medios erradicar un proyecto que empieza a brillar con luz propia. Esta noche era el día. Un partido para demostrar que este equipo puede derrocar a cualquiera, incluso en el fortín del Camp Nou donde el conjunto de Guardiola llevaba 54 partidos oficiales invicto. Con su estilo propio, con un partidazo de Fabio Coentrão en el lateral  y una lista muy larga que culminan en ese disparo de Cristiano Ronaldo. Un gol que certifica la superioridad del Real Madrid en la Liga BBVA y que debe llevar en volandas a la cita que todos tienen en mente: el próximo  miércoles a las 20:45, en el Bernabéu, ante el Bayern de Múnich.

A Mourinho se le fichó por muchas cosas. Una de esas cualidades innatas es su personalidad para decidir en los momentos críticos. La campaña orquestada contra Fabio Coentrão ha sido de auténtico escándalo. Confiar en el lateral portugués sabiendo que se le iban a comer, en caso de derrota, es admirable. Salieron los mismos once jugadores que perdieron en Múnich. Una decisión valiente y consecuente. El Barcelona iba a dominar la posesión, como no podía ser de otra forma, por lo que el Madrid debía enfrentarse a uno de sus mayores miedos: defender sin balón. Vimos al mejor Real Madrid de la temporada; adelantando las líneas para presionar al Barcelona en tres cuarto de campo rival, tácticamente impoluto y sin señales de Leo Messi durante los 90 minutos. El gol de Khedira a la salida de un córner fue clave. Y no solo eso, el tanto supone que el centrocampista pase a la historia como el autor del gol número 108. Todavía quedan cuatro jornadas para aumentar un registro que ya de por sí es espectacular. El Real Madrid de Mourinho se convierte en el equipo más goleador de la historia de la Liga.


La comodidad de los blancos era tan abrumadora que no tuvieron que emplearse con excesiva dureza para frenar las acometidas blaugranas. El trabajo global de los jugadores del Madrid en la defensa posicional fue exquisito, haciendo especial hincapié en la dupla Xabi - Khedira, partidazo, y Özil recuperando balones en la zona de creación del equipo de Guardiola. El gol de Alexis, tras una serie de rechaces e intervenciones meritorias de Casillas, ponía la incertidumbre debido a los últimos precedentes en los clásicos. Hasta que apareció el que se esconde en las grandes citas, claro. Una gran salida del balón desde el lateral derecho, con Arbeloa y Di María de testigos, le llega a Mesut Özil; divisa el desmarque de Cristiano, la pone en el sitio perfecto y el portugués define ante la salida de Víctor Valdés. Game, set and match.

Mourinho, muy superior a Guardiola esta noche, también acertó con los cambios. La salida de Granero fue fundamental para retener el balón, dar criterio y arañar unos minutos al electrónico. No sería descabellado decir que fueron sus mejores minutos como jugador del Real Madrid. El pitido final fue un ejercicio de éxtasis y euforia entre la parroquia madridista. Llamadas pérdidas al móvil, mensajes con la gente en Cibeles y que tenías razón con el tal Mourinho, etcétera. Sin aspersores de por medio me quedo con la interpretación de Gene Kelly en I'm singing in the rain. Lo importante, en la competición por antonomasia del madridismo, es el miércoles. La victoria en el Camp Nou te asegura prácticamente la Liga, por no hablar del daño moral infligido al máximo rival de cara a un futuro encuentro en Europa. Y no olvidemos que el Chelsea llega el martes a Barcelona con más opciones que el propio Bayern. Mourinho y la plantilla han dado el primer paso; el siguiente lo debe dar el Santiago Bernabéu.
 
Barcelona 1 - Real Madrid 2. Alexis; Khedira y Cristiano Ronaldo.

Casillas (3); Arbeloa (3), Pepe (3), Ramos (3), Coentrão (3); Xabi Alonso (3), Khedira (3), Özil (3); Cristiano Ronaldo (3), Di María (2), Benzema (3), Granero (3), Callejón (-), Higuaín (-)

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo

Foto 1: As.com

18 de abril de 2012

Territorio maldito


Hay leyes inmutables futbolísticas en el universo madridista: todos somos mejores que el entrenador en cuestión, la histeria colectiva que rodea cada tropiezo del conjunto blanco y el fracaso histórico del Real Madrid en Múnich bajo cualquier circunstancia. No falla. Esto es la Copa de Europa, señores. Los errores se pagan muy caro y conseguir un triunfo fuera de casa es una empresa complicada. Duelen mucho las derrotas en la psicología de grupo cuando se producen por errores 'evitables'. Hoy es el caso. Los equipos de Mourinho saben desenvolverse muy bien y jugar con el marcador, asunto que por diversos motivos no ha conseguido todavía inculcar en la plantilla. Como bien apunta Jorge Bustos, la filosofía histórica del Madrid es el descontrol, a base de arrancadas y estampidas. A la jodida heroica, vamos. Sin balón es un equipo muy vulnerable.

Que Coentrão iba a ser titular en Alemania lo sabían hasta en las Seychelles. Citar a Jorge Mendes o insinuar un trato de favor de Mourinho hacia un jugador portugués es propio de gente que busca hacer daño. Estoy siendo blando porque la definición es otra. Y hablamos de periodistas deportivos, no de cualquier opinión de un aficionado en twitter. Mourinho tenía pánico a Robben y Ribéry, puntales que fueron bien defendidos por Coentrao y Arbeloa respectivamente en su zona de influencia. El único peligro en el área madridista fue un disparo escorado de Mario Gómez que salvó bien Casillas. El drama estaba por llegar: jugada a balón parado y gol de Ribéry. Ramos falla en el despeje y el internacional francés no perdona. Y es que al área del Madrid los rivales ya lo consideran el asentamiento perfecto para instalar su campamento propio. Hay un posible fuera de juego de Gustavo; quizá moleste a Casillas en la trayectoria del tiro. No lo sé. El arbitraje de Webb fue muy correcto: al estilo inglés y con la pausa necesaria en cada acción. Marcelo le debe dar las gracias. Con otro colegiado habría terminado su participación en esta Champions.



Y el Madrid qué, dirán algunos. Pues muy apagado. El encuentro de los hombres de ataque es pobre hasta decir basta. Por no hablar de los problemas de creación en las botas de Xabi Alonso, con esa chispa de velocidad perdida que tengo mis dudas si volveremos a ver. Era evidente que el equipo se iba a hacer muy largo en este encuentro, sobre todo por la forma parecida de jugar de ambos contendientes. Ahí tenían que aparecer los Di María y Cristiano para marcar la diferencia. No lo hicieron. Tampoco un Benzema que perdonó dos claras ocasiones, de ésas que los arietes míticos la meten con la mirada. Aún así la clase de este jugador le hace ser especial. La asistencia a Cristiano y el remate en semifallo que origina el tanto de Özil son propios de un genio. Si este delantero tuviera la determinación de Eto'o o Drogba de cara a puerta sería Balón de Oro.

Mourinho se equivoca en los cambios. Lo dice uno que no tiene ni idea de fútbol, y que muchos menos pretende dar lecciones tácticas a uno de los mejores entrenadores que han visto mis ojos. Resulta curioso, sin embargo, que todos aquellos que estaban consternados por la ausencia de Marcelo sean los más críticos por sacarle después. El encuentro pedía a Kaká como agua de mayo. El Madrid, como se demostró en Moscú, no sabe contemporizar con el resultado. Aún así el gol del Bayern en el último minuto, Elber y Jancker remember, es un nuevo error de la zaga madridista. A excepción de Pepe, el mejor hoy, Ramos e Iker están desafortunados en varias acciones. En el tanto de Mario Gómez hay un grave error de Casillas, uno más a la lista, precedido de uno de Coentrão por no aguantar correctamente a Lahm.

El catastrofismo que impera en medios de comunicación y aficionados es incomprensible. Si alguno pensaba que el Madrid iba a llegar a la final o ganar un hipotético campeonato de Liga sin sufrir, lo llevaba claro. La derrota de esta noche debe servir para encender las almenaras del Bernabéu, en una oportunidad histórica para que afición y jugadores se reencuentren después de tantos años de ausencia.

Bayern Munich 2 - Real Madrid 1. Ribery, Mario Gómez; Özil.

Casillas (0), Arbeloa (1), Ramos (1), Pepe (3), Coentrão (1), Alonso (1), Khedira (1), Özil (2), Di María (1), Cristiano Ronaldo (0), Benzema (2), Marcelo (0), Granero (1), Higuaín (-)

Mejor jugador del partido: Pepe

15 de abril de 2012

Ciento siete razones para creer


El Real Madrid depende de sí mismo para ganar la Liga BBVA. Hecho evidente por otra parte, aunque puesto en duda por la pérdida de puntos en las últimas jornadas, pero con la victoria de esta noche el equipo de José Mourinho se asegura salir líder del Camp Nou. Aguantar el ritmo de este Barcelona tiene un mérito terrible, por no hablar de la pugna del pichichi y el trono mundial entre Messi y Cristiano. El defensivo y aburrido Madrid de Mourinho ha igualado los 107 goles de aquel conjunto del mítico John Benjamin Toshack; un registro histórico que podría ser batido ante el máximo rival, en un escenario morboso, y en el que probablemente se decida el porvenir del título liguero.

Muchas dudas. Psicológicas y técnicas. El Madrid tiene muchos problemas cuando un rival se cierra atrás con varios jugadores por detrás del balón, nunca termina de encontrar el equilibrio entre líneas para desarmar a sus rivales. Es un problema menor porque los enfrentamientos que quedan son ante equipos que suelen tener bastante posesión y ahí el Madrid se mueve como pez en el agua. Aún así sigue siendo primordial la presencia de Benzema, Di María y Xabi Alonso. Marcelo es el jugador más desequilibrante en ese aspecto del juego pero su baja forma es un hándicap negativo. Y el guion del partido era el esperado: dominio abrumador del Madrid, con nueve jugadores del Sporting en un rol muy defensivo. No parecía que los de Clemente tuvieran opciones de salir al contragolpe. Su objetivo era llegar vivos a los últimos minutos del encuentro, como hicieron en el Camp Nou ante el Barcelona. Allí un golazo de Keita les hizo doblegarse. Esta noche tuvo que aparecer el de siempre: Cristiano.


El Sporting llegó en dos ocasiones a la portería de Casillas: la primera en un fallo de Arbeloa; la segunda, el gol. Penalti claro. Tocaba remar. Por suerte, en una jugada aislada, un centro sin aparente peligro de Sergio Ramos lo cabecea a la red Higuaín sin oposición. A pesar de la entrada de Benzema y Di María en el Bernabéu se respiraba la tensión. Un grito de rabia y alivio se apoderó de la parroquia madridista con el testarazo de Cristiano Ronaldo. Una celebración muy propia de goles importantes. Algunos supusieron ligas, como el de Higuaín ante el Español, y otros fueron encuentros de locura -tanto de Higuaín al Getafe el año de Juande Ramos-. Benzema tuvo más suerte que los miembros de la Casa Real, su disparo fue certero e inapelable para terminar de sentenciar el encuentro.

Ciento siete goles para creer en un equipo que se juega toda la temporada en las dos próximas semanas. Con Robben, Ribery y Mario Gómez en el horizonte las sensaciones son, al menos, inquietantes. Los laterales son los puntos débiles de este Madrid, por lo que tengo curiosidad en saber quién será el tercer volante. Apuesto por la titularidad de Coentrao. Tuve la oportunidad de preguntar a Javier Clemente en rueda de prensa. Ahora o nunca. Previamente había escuchado varias intervenciones suyas, tanto en Gijón como entrevistas en diversos medios. El resultado pudo terminar en tragedia. (Audio, minuto 4)

Real Madrid 3 - Sporting de Gijón 1. Higuaín, Cristiano Ronaldo y Benzema; De las Cuevas (p).

Casillas (1), Arbeloa (1), Ramos (2), Pepe (2), Marcelo (1), Sahin (1), Khedira (2), Özil (1), Callejón (1), Cristiano Ronaldo (2), Higuaín (2), Benzema (2), Di María (2), Granero (-)

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo

13 de abril de 2012

Casillas vs Mourinho


Vamos  a ver Ángel, no digas sandeces, que llevas mil años yendo al Bernabéu y has idolatrado como el que más a nuestro capitán. No me voy a poner a enumerar el palmarés de Íker porque te lo sabes bien y porque te barrería, pero sí te voy a hablar de valores, que en ese aspecto Casillas también golea a Mourinho. Antes de nada, quiero decir que yo soy de Mou y que ojalá no se vaya nunca, pero se va a ir porque este tío es así: no es madridista sino mourinhista, mientras que Íker es más blanco que la nieve desde que tiene uso de razón. No se puede dudar de él porque no sea el mejor jugando con los pies o porque le hayan marcado dos faltas seguidas. Es mucho más que un portero para la parroquia blanca. Es un compañero ejemplar, tanto con el vestuario como con la cantera, porque él mejor que nadie sabe lo que se siente cuando subes al primer equipo y te encuentras a tantas figuras juntas. Siempre apoya a los jóvenes y es agradecido con la afición, nunca tiene un mal gesto con nadie ni siquiera en los enfrentamientos contra el Barcelona, aunque Mourinho haya intentado torcerle. Él siempre ha sabido respetar el escudo y comportarse como la historia del mejor club del mundo lo exige. Es el capitán perfecto. Y yo sé que la gente quiere mucho a Mourinho, yo incluido, pero no le podemos poner por encima de un símbolo como es el portero. Florentino lo sabe, y, aunque a veces le entran dudas, siempre estará del lado del aficionado, del madridista, del señorío y la caballerosidad, es decir, de Íker Casillas, mejor portero del mundo en los últimos cuatro años. Y los que queden.

David Oller (@ollermolina); coordinador de deportes de OnCEU



Mira que insistes en estos debates David, todavía no has asumido el varapalo que te llevaste al defender a Higuaín en detrimento de Benzema. Todo comienza en el verano de 2010. Tras el fracaso de Manuel Pellegrini, recomendado por Jorge Valdano, el mismo locutor argentino propone a la Junta que Míchel sea el nuevo entrenador blanco. Florentino Pérez toma la mejor decisión desde que preside la entidad madridista: José Mourinho cogerá las riendas de un club deportivamente a la deriva.  Y no sólo eso, también le da plenos poderes en una faceta perdida como es la del general manager. Si Mourinho está a la misma altura que Florentino -incluso diría que por encima- cómo no va a ser más importante que un jugador de la plantilla. El Madrid ha iniciado un viaje, un proyecto en el que Mourinho es el líder. Los cánticos de los aficionados van en la misma dirección: Mourinho y Cristiano Ronaldo. Poner a Casillas por encima de Mourinho es cometer el mismo error que se hizo en los últimos años con Raúl. No hace falta que te recuerde las filtraciones del vestuario y las críticas feroces contra Mourinho por parte de periodistas que comen semanalmente con tu amigo Iker. Casillas es el mejor portero del mundo, pero nunca veo en las crónicas ni una crítica por su mal juego con los pies, sus salidas por alto o por regalar dos puntos en Villarreal. Qué curioso; la culpa siempre es del portugués que pase por allí, se llame Mourinho, Rui Faria, Pepe o Coentrão. Al aficionado madridista lo que le interesa es el rendimiento de sus jugadores de aquí a finales de mayo, no las bromitas y carantoñas de tus queridos Xavi e Iker en la próxima Eurocopa.

Ángel Martín (@zinexine); director de Diario digital madridista.

12 de abril de 2012

El líder

Cristiano Ronaldo, 40 goles en Liga. Foto: AFP

Goleador mentiroso, estrella de hojalata, tira cien faltas y no mete ni una, contra el Barcelona nunca hace nada y sólo marca goles de penalti. Ese es el Cristiano Ronaldo que nos han querido vender los intoxicadores; que en vez de disfrutar de un talento de la naturaleza, se han dedicado a denigrarle. Coincidir con Messi le perjudica, ya que la comparación con el argentino está al alcance de muy pocos jugadores en la historia del fútbol. El golpe que ha dado esta noche en la mesa sirve para silenciar a sus críticos y mandarles un mensaje de constancia y superación. A pesar de encontrarse en un nivel de sobresaliente, él busca la matrícula. Su partido en el Calderón aleja todos los fantasmas de una plantilla que llegará líder al Camp Nou y que, probablemente, también saldrá del feudo blaugrana en lo más alto de la clasificación.

Salvo la portentosa actuación de Cristiano Ronaldo, hay muchos aspectos negativos a analizar en este Real Madrid. Mourinho sigue sin encontrar la tecla para encontrar el máximo equilibrio en el juego blanco, ese tercer volante que le dé la pausa necesaria para iniciar las hostilidades en ataque. Por diversos motivos, muchos de ellos físicos, ni Özil ni Kaká tienen la continuidad necesaria. La opción de Granero en el centro del campo cada vez cobra más fuerza, y no sería nada extraño verle de titular en próximos compromisos. A Xabi Alonso le falta esa velocidad de reacción clave para anticiparse. Hubo momentos en la primera parte que el Madrid no veía la pelota, todos los rechaces eran colchoneros, y aunque los de Simeone no llegaran a la portería de Casillas con cierto peligro es un tema que debe preocupar a Mou.

Simeone ha inculcado al Atleti una personalidad nueva, la que había perdido desde la marcha de Quique Sánchez Flores. Es de agradecer su propuesta futbolística. Y ojo, que el Cholo esta noche ha salido con Gabi, Tiago, Arda Turán -muy flojo hoy-, Adrián y Falcao. Quiso tener el balón y le disputó la posesión a todo un Real Madrid. Pero ante el poder de Cristiano Ronaldo no hay victoria posible. La fotografía que ilustra la entrada nos deja una verdad evidente: es un grave fallo de Courtois. Se encuentra situado en el centro de la portería, completamente vendido ante cualquier opción. Y no hay que negar mérito a la folha seca de Cristiano, desde luego.


Volvieron los fantasmas con el empate de Falcao, en un claro despiste de la zaga blanca. El remate es inapelable. El Madrid había mejorado en el arranque del segundo tiempo, con más pausa y fruto de la menor presión del conjunto colchonero. Y en esas que pintan bastos aparece el de siempre: 'The Animal'. El disparo del genio de Madeira ha sido como un flashback de la infancia, en aquellos campos de trescientos metros de largo y con los famosos 'tiros con efecto' de Oliver Atom. La pelota entra por el centro de la portería. Y no hace falta añadir que la envergadura del guardameta belga meta es considerable. Qué golazo. El nerviosismo ese que podría rodear la victoria blanca siempre la compensa un grave error de un jugador atlético. Godín, en esta ocasión, comete un penalti absurdo sobre Higuaín. El delantero argentino está escorado y sin opciones de crear peligro inminente. Incomprensible. Cristiano sentencia el encuentro desde los once metros.

De actitudes y árbitros no voy a extenderme. No me gustó la entrada de Filipe Luis sobre Di María. El argentino suele hacer teatro, cosa que odio en un futbolista, pero lo que hizo el lateral izquierdo atlético era de roja directa. Me olvidaba también del partido imperial de Pepe y del buen hacer de Coentrão, el cual es probable que sea titular en Munich ante Robben. La goleada la rubricó Callejón en una nueva asistencia de Cristiano. Poco más. Si el Madrid logra la victoria ante el Sporting de Javier Clemente saldrá líder del Camp Nou, pase lo que pase en ese encuentro. Mientras que el Barcelona tiene que visitar Valencia y posteriormente Vallecas; todo ello con el Chelsea de fondo. Empieza lo bueno.

Atlético de Madrid 1 - Real Madrid 4. Cristiano Ronaldo (3), Callejón; Falcao.

Casillas (1), Arbeloa (1), Pepe (3), Ramos (2), Coentrão (2), Xabi Alonso (1), Khedira (2), Di María (2), Kaká (1), Cristiano Ronaldo (4), Benzema (1). Özil (1), Higuaín (2), Callejón (2).

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo

9 de abril de 2012

Al filo de la navaja


Fútbol es fútbol. El Madrid de la pegada, el que recibe ayudas arbitrales y el que va a ganar la liga por decreto, según los sabios compañeros de la prensa de Barcelona, se encuentra en una tesitura totalmente alejada de la realidad: desaprovecha infinidad de ocasiones, el colectivo arbitral y federativo miran para otro lado -otro partido más que juega el Madrid después que el Barça- y al máximo rival le sale todo de cara en las últimas jornadas. Un inmenso Guaita lideró el recital defensivo valencianista en el Bernabéu, con un gran despliegue táctico del siempre infravalorado Unai Emery. La falta de puntería blanca, especialmente en las botas de Cristiano y Benzema, condenan al Madrid a un mes de abril dramático. Como bien dijo Guardiola en referencia a las últimas ligas blaugranas: el Madrid obligó al Barcelona a ganar en el Bernabéu para llevarse el título. Quizá ocurra esta vez a la inversa, incluso le podría valer un hipotético empate al conjunto de Mourinho.  Queda un mundo.

Tácticamente, el partido ha sido un horror para los blancos. No han sabido penetrar el muro defensivo de un Valencia que, a priori, siempre ha dado por bueno el empate. El conjunto ché ha perdido tiempo desde el primer minuto -sobre todo a la hora de sacar de puerta- gracias a la complicidad de un Clos Gómez poco preocupado por este aspecto. Aún así, el inicio fulgurante de los blancos auguraba una victoria cómoda. Cristiano Ronaldo y Benzema ponían la velocidad y la pausa necesaria para adentrarse en el entramado táctico diseñado por Emery. El palo y un débil disparo del portugués, previo taconazo de Karim, privaron a los de Mourinho de adelantarse en el electrónico. Mientras que el Valencia, sin velocidad arriba por la sorprendente suplencia de Soldado, buscaba a un correcto Aduriz que tuvo un papel destacado a la hora de aguantar el balón y esperar la llegada de sus compañeros.

El paso de los minutos hacía cada vez más largo a un Madrid con tremendos espacios entre líneas. La poca presencia de Özil, fundido físicamente, y el lamentable partido de Marcelo fueron dos de las principales causas. La gran presión sobre un Xabi Alonso muy alejado de su área de creación fue el detonante definitivo para que el Madrid dejase de funcionar. Y a pesar de que se habla del buen hacer físico de la plantilla, a mí me sigue pareciendo que el equipo está dos puntos por debajo de su máximo rendimiento. Todo esto sería una mera comparsa si Benzema o Di María hubieran aprovechado sus oportunidades, o si el señor Clos Gómez hubiera expulsado a Víctor Ruiz por derribar a Cristiano cuando se disponía a batir a Guaita. La queja arbitral se ha puesto de moda, es un error matizar -o intentar trasladar- el enfado lógico de una afición que sale caliente de un partido a otros estamentos. Quejarse del césped y hacerte la víctima dando por perdida una Liga también es lamentable, aunque eso lo digan dos locos que no comulgan con la filosofía del buenismo

Los porteros fueron los protagonistas del encuentro. Sus buenas actuaciones dejaron un partido de varios goles en un empate atípico para un conjunto que lleva cien goles en el campeonato. El Madrid pudo ganar el partido, cierto, pero los valencianistas tuvieron en las botas de Tino Costa, Mathieu y Jordi Alba ocasiones claras para llevarse el triunfo. La afición del Bernabéu, muy criticada por un servidor en algunos aspectos, hoy sí que ha dado la cara. Ha tirado del equipo en los peores momentos, no ha silbado ninguna acción negativa de los jugadores y ha reconocido el buen juego y el esfuerzo de sus futbolistas con una tremenda ovación al terminar el encuentro. Mourinho sabe que la unión del grupo y la afición es fundamental para los importantes compromisos que tiene el Real Madrid en este duro mes de abril.

Real Madrid 0 - Valencia 0

Casillas (3), Arbeloa (2), Pepe (3), Albiol (3), Marcelo (0), Xabi Alonso (1), Khedira (1), Özil (0), Cristiano Ronaldo (1), Higuaín (1), Benzema (1), Di María (2), Kaká (1), Callejón (-)

Mejor jugador del partido: Guaita

1 de abril de 2012

Obras de arte


Contundente. Quizá sea el mejor adjetivo para describir el paso del ciclón Real Madrid por el Reyno de Navarra esta noche. Ni los más viejos del lugar recuerdan dos tantos de tan bella factura en el mismo encuentro. Los goles de Benzema y Cristiano iniciaron una goleada necesaria para la moral de la plantilla blanca, que ya piensa, más que en el Apoel, en el próximo partido ante el Valencia en el Santiago Bernabéu. Ni las teorías conspiranoicas -he llegado a escuchar que Mourinho hoy puso a Albiol para dejarle en evidencia-  merman la capacidad psicológica de un grupo que ya cuenta con casi todos sus efectivos de cara al tramo final de temporada.

La importancia del partido radica en la nueva presencia de Benzema e Higuaín en el once, uno de los cuales tendrá descanso el miércoles. A tumba abierta. Uno de los equipos más ofensivos del Madrid, con Xabi y Granero en la medular, solventó con creces una de las salidas más complicadas. Cristiano Ronaldo es el principal culpable de esto, claro. Realizó, a mi entender, uno de los mejores partidos que le recuerdo fuera del Santiago Bernabéu. Arrollador. La jugada del primer gol la fabrica él solito en un palmo de terreno y con varios jugadores del Osasuna defendiéndole en zona; se marcha con suma facilidad con bicicleta y salida hacia fuera, para poner un centro preciso, de esos que desea cualquier delantero, y si te llamas Karim Benzema pues sale una obra maestra para el recuerdo de todos:


Van Basten remember. La dificultad del gol del holandés, dejando a un lado el escenario y el rival, es mucho mayor. Aún así, la estética del golpeo de Benzema me parece impresionante, ya que el centro de Cristiano venía a una velocidad bastante superior que en el tanto de Van Basten. Golazo. La segunda obra de arte fue el típico disparo de Adriano Leite que siempre marcabas en el Pro Evolution Soccer pero que era utópico verlo en la realidad. Cristiano descose el esférico desde más de treinta metros, imposible para un desafortunado - que gusta en el Real Madrid- Andrés Fernández. Los de Mourinho sentenciaron el partido antes del descanso, en un gran pase de Esteban Granero sobre un Higuaín que silencia a sus críticos, entre los que se encuentra un servidor, con datos demoledores de cara a portería.

La rúbrica de la noche fue el gol de Cristiano de falta directa. Se critica, muchas veces con razón, su escaso acierto en este apartado del juego. Aunque la realidad es que esta temporada ha marcado cuatro tantos en esta especialidad, dos de ellos con Portugal. Siempre hay que sacar algo. Pichichi con treinta goles de un equipo que está a siete dianas de batir el récord de Toshack. Y encima tuvo tiempo de asistir a Higuaín en el último gol del encuentro. Casi nada. Ni el susto de Osasuna al comienzo del segundo tiempo puso en apuros a un Madrid que, con las líneas adelantas del rival y espacios, se mueve como pez en el agua.

Lo van a tener difícil algunos para sacar alguna polémica de aquí al siguiente partido. Si el Madrid empata o pierde, la imagen; si el Madrid gana, Mourinho se va el año que viene; si Iker Casillas tiene dos errores graves, hay conflicto con Mou. Un modus operandi que se repite en una agónica lucha por la audiencia, en la que siempre sale perjudicado el entrenador portugués y en la que nunca tiene culpabilidad el resto de la humanidad. Y si juegas en la Roja, apaga y vámonos.

Osasuna 1 - Real Madrid 5. Nino; Higuaín (2), Cristiano Ronaldo (2) y Benzema.

Casillas (1), Arbeloa (2), Albiol (2), Ramos (2), Marcelo (3), Xabi Alonso (3), Granero (2), Özil (2), Cristiano Ronaldo (3), Benzema (3), Higuaín (3), Coentrao (1), Di María (-), Varane (-)

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo