26 de febrero de 2014

La BBC conquista Gelsenkirchen

Bale y Cristiano, autores de cuatro de los seis tantos del Madrid en Alemania.

Tremendo. Golpe de autoridad de un Madrid colosal, en su mejor versión de la temporada ante el primer gran envite en Europa. Todos los fantasmas alemanes se fueron en un visto y no visto. Pero este Madrid aburre y no juega al contragolpe, según los nostálgicos de un mourinhismo al que nadie les invitó ni del que tampoco aprendieron nada. El respeto por un proyecto nuevo y la máxima confianza en el entrenador por encima de los jugadores. Ahora eso no vale. Hoy el Madrid pasó por encima del Schalke con todos los registros del juego: dominio, pausa, presión y contragolpe. Y concedió sólo dos ocasiones, en las que Casillas pudo únicamente hacer un milagro. Benzema y Bale volvieron a silenciar a sus críticos con sendos partidos sublimes; el del francés, su mejor encuentro desde que viste la camiseta la blanca. Set, partido y eliminatoria. Rotaciones para la vuelta y descanso para el clásico. Sin embargo, este equipo debe seguir con los pies en el suelo y rebajar la evidente euforia. Un partido para disfrutar.

Disfrutaron todos los jugadores blancos. El menos excepcional fue Marcelo, superado por los acometidas de Farfán por su costado, aunque no recibió las ayudas necesarias en los primeros minutos. El Madrid tocaba y dormía el partido en su terreno. El Schalke parecía estar bien posicionado tácticamente, ya que Meyer y Huntelaar dificultaban la salida de balón de Xabi y Modric. Pero fue un espejismo. Di María percutía por el centro con total impunidad, Bale realizaba diagonales con una pasmosa facilidad y Benzema era el eje de todo.  El primero, combinación de Bale y Cristiano, cuyo pase queda muerto en el área gracias a Santana, y Benzema no perdona. Tanto Carvajal como Marcelo actuaban como extremos en ataque posicional, lo que facilitaba las incursiones de Ronaldo y Bale por posiciones centrales. El segundo es un golazo de Bale, con croqueta derecha-izquierda a lo Laudrup, para driblar con pausa y eficacia a la defensa alemana y definir con la zurda al palo corto de Fahrmann. La recuperación de balón en el costado derecho es de Benzema. Cristiano tuvo varias ocasiones para sentenciar la eliminatoria, pero el guardameta y el poste dejaron el show para la segunda parte.

Fue tal la superioridad del Madrid que corrió incluso menos kilómetros que su rival. Impresionante con tanta posesión. Los equipos de Guardiola, por ejemplo, corren siempre más que el rival por la presión tras pérdida. El Madrid recuperaba muy rápido por la imprecisión de los alemanes en la salida de balón. El achique fue espléndido, fruto de un gran posicionamiento, que forzaba los errores del Schalke. El tercero fue un gol made in BBC: galopada de Bale, arrastre de Benzema al lado contrario de la posición de Ronaldo y Cristiano, sólo ante Matip, le dribla con varias bicicletas para firmar un tanto parecido al logrado en Turquía frente al Galatasaray. El show continuaba. Benzema definía el cuarto tras un taconazo de Cristiano. Los últimos goles, obra de Bale y Cristiano, completaban un partido de diez. El sistema de Ancelotti funciona, el equipo controla el tempo de los partidos -aunque suponga un registro tan diferente de la última etapa- y te mata arriba. Y, además, sólo permite una o dos ocasiones por encuentro a los rivales. El paradón de Casillas a Draxler, clave en la eliminatoria (con 0-1). Un encuentro para reivindicar a Karim Benzema: dos goles, robo en el 0-2, desmarque en el 0-3 y asistencia en el 0-6. Todo funciona. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.

Schalke 04 1-6 Real Madrid (Benzema -2-, Bale -2-, Cristiano Ronaldo -2-; Huntelaar).

Casillas (8); Carvajal (7), Pepe (7), Sergio Ramos (7,5), Marcelo (6); Xabi Alonso (7), Modric (7,5), Di María (8); Bale (9), Benzema (9,5), Cristiano Ronaldo (8,5) || Isco (6), Illarra (5), Jesé (5).

Mejor jugador del partido: Karim Benzema.

22 de febrero de 2014

Líderes

Gareth Bale celebra con Di María el golazo de la tarde en el Santiago Bernabéu

Con mayúsculas y por méritos propios. Como comentábamos en la crónica ante el Getafe, las salidas de Barcelona y Atlético de Madrid -tanto en Europa como en Liga- eran propicias para ver algún tropiezo importante. Primero hizo los deberes el Madrid, que se limitó a reservar energías debido a la teórica debilidad del Elche. Lo pudo pagar caro. El conjunto de Fran Escribá dejó una gran impresión en el Bernabéu a pesar de lo indicado por el electrónico. Un tanto de Illarra facilitó las cosas en un encuentro gris, anodino, sin ninguna atracción relevante. El impresionante gol de Gareth Bale, unido a los buenos minutos de Isco, dejaron un buen sabor de boca a un equipo con la cabeza en otros compromisos. Pero líder. Tres puntos de ventaja vitales sobre el Barcelona gracias al partidazo de Griezmann, Vela, Canales y Zurutuza. La Liga puede decidirse en los tres próximos compromisos: Atlético, Levante y Barcelona.

El Madrid se presentó ante su público con un once previsible (sorprende la suplencia de Coentrao) por la baja confirmada a última hora de Cristiano Ronaldo. "Ni comprendo ni olvido lo que ha ocurrido con Cristiano Ronaldo. Es increíble. Alguien ha fallado", apuntó Carlo Ancelotti en la rueda de prensa. Los números sin el astro portugués son relevantes: 3 victorias en 3 partidos (10 goles a favor, 2 en contra). Su ausencia ha servido para relanzar a Jesé y dar más importancia a la confianza de Bale. El galés lo necesita. Y volvemos a reiterar que debe alternar la posición con el extremo izquierdo (Ronaldo o Jesé) en situaciones de los partidos. El golpeo natural y la facilidad del dribbling lo merecen, aunque sea de forma circunstancial. No se puede reducir tanto potencial. El galés fue un carrusel de pérdidas en la primera parte por su costado, marcada por los buenos desmarques de Benzema y la verticalidad de Di María. Junto con Illarra, autor del primer gol en un tiro afortunado, fueron la única nota positiva de un partido para olvidar en la primera parte.

El aprendiz hoy superó al maestro. Aunque fuese por un solo encuentro, Illarra rindió a un nivel muy superior a Xabi Alonso. El tolosarra estuvo desdibujado y lento en la anticipación. Ancelotti debe dosificarle con criterio para los partidos de alcurnia. Cuando el run run ya estaba en el ambiente del Bernabéu apareció un obús por Chamartín. Bale se sacó de la chistera un disparo seco, imparable para el portero ilicitano. Si le dejan medio metro en su espacio natural, te mata. El resto del partido sirvió para disfrutar de unos muy buenos minutos de Isco de enganche, que corroboró con un golazo prácticamente sin ángulo en el área pequeña. Espera el Schalke. El Real Madrid de Ancelotti sonríe por encima de un rival inmerso en una crisis institucional de un calibre inimaginable. Sin embargo, un equipo con Messi siempre tiene más vidas que un gato.

Real Madrid 3-0 Elche (Illarra, Bale e Isco)

Diego López (6); Carvajal (6), Pepe (6,5), Varane (6), Arbeloa (6); Xabi Alonso (5), Illarra (7), Di María (6); Bale (6), Benzema (6,5), Jesé (5,5) || Isco (6), Morata (5), Casemiro (s.c).

Mejor jugador del partido: Illarramendi.

16 de febrero de 2014

Di María encuentra el camino

Los jugadores del Madrid celebran el primer gol del partido, obra de Jesé, en Getafe.

El Madrid vuelve a responder. En una nueva victoria que permite igualar a Ancelotti la racha de Capello (25 partidos consecutivos invicto), el conjunto blanco dio buena cuenta de un Getafe sin alma ni recursos. Los destellos individuales de la tripleta atacante fueron más que suficientes. Di María y Benzema, eternamente cuestionados por diferentes motivos, salen reforzados del encuentro con creces. Quizá sea más relevante el papel del argentino como interior improvisado en un esquema cada partido más afianzado por los impresionantes resultados del equipo. En el debe, el flojo partido de Bale por el costado derecho; aunque el estado del césped no ayudaba a la conducción, una de sus principales armas en carrera. El tanto de Modric fue el único aliciente del resto de un choque marcado por la agonía de Sergio Ramos en la búsqueda de una tarjeta amarilla que nunca llegó.

En la previa del encuentro, el autobús del Real Madrid era recibido con más entusiasmo que el del conjunto azulón. Ese fue el resumen del partido en la grada y, por ende, la superioridad madridista sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez. Con la única rotación en el lateral derecho, Ancelotti puso a todas sus naves disponibles para mantenerse en la cabeza de la tabla. Dos jugadores marcaron el guion del partido: Di María y Benzema. Sin embargo, Jesé dejó primero su impronta con una jugada que demuestra su increíble frialdad y efectividad de cara a portería. Nunca falla. Disparo con el interior, al palo largo, imposible para el portero. Mientras tanto, el Getafe utilizaba el balón parado -su única arma- para crear peligro. Pero volvió a ocurrir. Reminiscencias del pasado mourinhista: jugada de estrategia del rival, gol del Madrid al contragolpe. Los blancos se plantaron en el área rival en pocos segundos. Di María, con un centro magnífico, habilitó a Benzema para el 0-2. Bale pudo sentenciar en un fallo incomprensible con todo de cara.

El partido estaba sentenciado. La mejor noticia, el gran nivel de Di María. Abusó de la conducción de balón lo justo para habilitar siempre a sus compañeros. Le falta contundencia a la hora del choque y en facetas defensivas, pero su presión facilita muchas recuperaciones de balón. Marginado Bale en la derecha, el único que faltaba por unirse a la fiesta era un intermitente Modric. Su segunda parte fue sobresaliente. Refrendó las buenas sensaciones con un nuevo zapatazo desde fuera del área (6 de 6 en el Madrid). Jesé se fue apagando poco a poco tras un gran comienzo. Entretanto, Sergio Ramos buscaba con ahínco una posible amonestación para descansar ante un rival asequible (Elche) y jugar sin presión lo duro de la temporada. Modric, de forma inteligente, sí encontró el premio: sumó su quinta amarilla. Semana tranquila con un ojo puesto en los posibles tropiezos de Barcelona (Manchester y Donosti) y Atlético (Milán y Pamplona)

Getafe 0-3 Real Madrid (Jesé, Benzema y Modric)

Diego López (5,5); Arbeloa (5), Pepe (7), Sergio Ramos (7), Marcelo (6); Xabi Alonso (6,5), Modric (7), Di María (8); Bale (5,5), Benzema (7,5), Jesé (6,5) || Illarra (6), Isco (s.c.), Casemiro (s.c.)

Mejor jugador del partido: Di María.

12 de febrero de 2014

Serio correctivo de Ancelotti a Simeone

Cristiano Ronaldo, autor de dos goles en el Calderón, celebra efusivamente con Bale uno de ellos.

El Madrid de Ancelotti cumplió el expediente en el Calderón. Ante un Atlético de Madrid resignado desde el gol de Di María en el Bernabéu, Simeone dio descanso a varios de sus jugadores con vistas a las dos competiciones que aún tiene en liza. Pero no hay excusas. Si por el Madrid fuese el partido habría terminado 0-0, con Varane y Sergio Ramos pasándose el balón entre ellos durante los 90 minutos del choque. El Atleti, que lleva varias semanas sin gasolina, volvió a esperar al Madrid en su campo. Resultado: 0-2 al cuarto de hora. Quizá el resultado global de la eliminatoria sea excesivo a los méritos del conjunto blanco, pero no tanto al poco fútbol mostrado por los colchoneros. Entre varios cánticos deseándole la muerte y riéndose de su madre, Cristiano resolvió un partido de mero trámite desde el punto de penalti. La racha de Ancelotti sigue vigente.

Salir sin un delantero centro puro a una eliminatoria con un 3-0 en la ida. Pocas frases pueden definir mejor el planteamiento de Simeone en su estadio, ante su gente, que vinieron a confirmar la superioridad del Madrid. Sólo le bastaron dos chispazos para sentenciar el encuentro. Mientras tanto Modric, Illarra y Xabi Alonso disfrutaban en un rondo con diez jugadores rivales en el medio. En defensa del Atlético de Madrid, las ausencias de Filipe Luis y Diego Costa son tan importantes como la de Modric y Cristiano en el conjunto blanco. Incluso más. El propio Madrid no podría creerse una empresa tan sencilla en el césped, cuando desde la grada la presión era mucho más impertinente que la meramente futbolística. Los tantos de Cristiano, en penas máximas tan claras como inocentes, cerraron una eliminatoria sin más historia. El halo místico de Casillas evitó el gol de Raúl García, cuyo disparo fue repelido por el poste. Poco más. El otro encuentro se jugaba desde la grada.

El público del Atlético de Madrid volcó su ira hacia tres jugadores: Cristiano Ronaldo, Arbeloa e Iker Casillas. Cánticos muy reprochables en todos los casos. Sin embargo, el 'Cristiano muérete' fue precedido del  lanzamiento de un mechero al jugador portugués. El ambiente estaba muy caldeado. Ancelotti debió de sustituirle al descanso para evitar males mayores en forma de una segunda amarilla que le hubiese impedido jugar la final de Copa. La segunda mitad no tuvo historia. Aunque es necesario destacar el gran partido de Isco de 'falso nueve'; el malagueño vino a recibir y pedir el balón, tocando siempre con criterio, en una función clásica de Benzema. Illarra también estuvo más acertado en la entrega. El resumen de la eliminatoria se debe evaluar en torno a la gran superioridad del Madrid de Ancelotti sobre el fútbol propuesto por el Cholo. Se resarce con creces de aquel encuentro de infausto recuerdo en Liga. Los números de los últimos 24 partidos avalan al técnico italiano: 20 victorias y 4 empates (66 goles a favor, 16 en contra). Y todo ello con el pase a una final y todas las opciones en las otras dos competiciones. Not bad, Carletto.


Atlético de Madrid 0-2 Real Madrid (Cristiano Ronaldo -2-, de penalti)

Casillas (6,5); Carvajal (7), Varane (6), Ramos (6), Arbeloa (5,5); Xabi Alonso (7), Modric (7), Illarra (7,5); Bale (6), Isco (7,5), Cristiano Ronaldo (7,5) || Nacho (6), Casemiro (5), Jesé (5,5).

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo.

9 de febrero de 2014

Una milagrosa canasta de Llull da la Copa al Madrid

Sergio Llull anota prácticamente sobre la bocina para dar al Madrid su 24ª Copa del Rey.

Un clásico siempre es un clásico. El tópico encierra la dureza de una rivalidad histórica, resuelta a falta de 0.1 décimas gracias a un tiro de Llull cuando todo estaba perdido. Partido igualado, rocoso, con la defensa de máximo exponente en los dos lados de la cancha. Mientras que el Madrid anotaba fácil desde el perímetro, el Barça contrarrestaba con el poderío de su juego interior. El desacierto blaugrana en los tiros libres, decisivo en el desenlace del encuentro. El impresionante final de partido de Brad Oleson, autor de seis puntos en el minuto decisivo, cambió la dinámica de un choque que el Madrid tenía en sus manos a falta de dos minutos (64-71) con un triple de Mirotic que parecía decisivo. Uno 2+1 de Oleson, tras una pérdida de Sergio Rodríguez, ponían a los de Pascual uno arriba a falta de ocho segundos. El resto de la historia ya la saben: canasta de Llull para dar un nuevo título de Copa al conjunto de Laso. Un técnico que suma ya 1 Liga, 2 Copas del Rey y 2 Supercopas de España. El Madrid, rey de Copas.

Pick & roll blaugrana

Los primeros compases del partido estuvieron marcados por la igualdad en el marcador. Muchos errores en el tiro y pérdidas de balón por parte del Madrid, en un guion que le convenía más al conjunto dirigido por Xavi Pascual. La gran ejecución del pick&roll por parte de Marcelinho Huertas y Navarro permitió a Tomic anotar con facilidad en la pintura, en un duelo muy desigual con Bourousis. El Madrid respondió desde el perímetro gracias a Rudy y Mirotic, autores de los primeros triples del encuentro. Sin embargo, el Barça se fue por delante del marcador al término del primer cuarto. 14 de sus 17 puntos fueron obra de jugadores interiores (17-16, minuto 10).

Ninguno de los dos equipos consiguió escaparse en el marcador. La máxima del conjunto blanco fueron sólo tres puntos (28-31, minuto 17). El partido empezaba a calentarse debido a las numerosas faltas personales señaladas por el trío arbitral. Los fallos del equipo de Pascual en la línea de personal, impropios de un equipo aspirante al título. El acierto de un secundario como Abrines, con dos triples al final del cuarto, daban la máxima ventaja a los culés al descanso (42-38, minuto 20).

Factor Draper

Es el mayor tópico que rodea a este equipo, pero no por ello está exento de verdad: la salida de Draper a la cancha mejora al Madrid. Casi siempre. El Madrid frenó la ejecución del bloqueo y continuación con Tomic. El parcial con Draper en pista estaba abierto (47-51, minuto 23) gracias a ocho puntos consecutivos de un imparable Rudy. Slaughter y Tomic tuvieron el primer encontronazo del partido, saldado con sendas técnicas para ambos jugadores. La repuesta blaugrana llegó de la mano de Huertas, que tomó el mandó en la anotación para establecer la igualdad al final del tercer cuarto (59-60, minuto 30)

Llull y Mirotic, héroes blancos

Cada canasta valía su peso en oro. Sin embargo, la clave del encuentro fue la fiabilidad del Madrid en el lanzamiento desde la línea personal (22/25), en detrimento de los errores del Barça (15/27). Ver a Navarro fallar dos tiros libres era la prueba fehaciente de la victoria blanca, que ya rozaba la Copa con las manos en un parcial de 2-11 (64-71, minuto 38). Un triple de Mirotic desde la esquina finiquitaba medio encuentro. La épica de Oleson, con un espectacular 2+1 ante Bourousis, obró la proeza de remontar un partido prácticamente perdido. Pero apareció Llull, discreto en el partido, para anotar una canasta que vale un título. Este grupo de jugadores no tiene techo. Hicieron justicia a su gran inicio de temporada.

Notas del partido: Llull (7), Rudy (8), Darden (5), Mirotic (9), Bourousis (5); Felipe Reyes (7), Sergio Rodríguez (6), Carroll (5), Draper (7) y Slaughter (6).

MVP: Mirotic (17 puntos, 11 rebotes, 1 asistencia, 1 robo y 3 tapones: 31 de valoración).

Ficha técnica: 

76 - F.C. Barcelona (17+25+17+17): Huertas (15), Navarro (5), Papanikolaou (2), Lorbek (8) y Tomic (14)- cinco inicial-  Nachbar (7), Dorsey (7), Oleson (11), Pullen (0), Sada (0), Abrines (7) y Todorovic (0)

77 - Real Madrid (16+22+22+17): Llull (9), Rudy (19), Darden (2), Mirotic (17) y Bourousis (2) -cinco inicial- Carroll (2), Rodríguez (8), Reyes (9), Slaughter (4), Draper (5), Mejri (0) y Díez.

Árbitros: Hierrezuelo, García González y Conde. Felipe Reyes, eliminado con cinco faltas personales.

Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Copa del Rey 2014 disputada en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga ante 11.000 espectadores

El compromiso de Gareth Bale

Bale celebra el tanto que inauguró el marcador ante el Villarreal.

Líderes. La estocada del Real Madrid a los colchoneros en la ida de la Copa del Rey fue mucho más importante de lo indicado por el resultado. Un Madrid más sosegado, menos alegre en la presión, se entregó a la calidad de la tripleta ofensiva Bale-Benzema-Jesé para sacar adelante el partido ante un envalentonado Villarreal. Dos acciones marca de la casa del galés encarrilaron el encuentro. La clase de Jesé y la definición de Benzema, el resto. El conjunto de Ancelotti sesteó con el 2-0, cosa que pudo pagar cara. Sin embargo, la sorprendente derrota del Atlético de Madrid en Almería (2-0) otorga un valor doble al triunfo: el Madrid obtiene, a día de hoy, el liderato de la competición por un mejor golaverage. Con la mirada puesta en Sevilla, es momento de repasar el papel de Bale, la calidad de Jesé y la magia de un loco bajito llamado Modric.

Muchos aún mantenemos la esperanza de ver a Gareth Bale galopando por el flanco izquierdo. Con la baja de Cristiano por sanción, albergábamos una ligera esperanza. Pero no. "Bale está cómodo en la derecha y ahí seguirá", apuntaba Carlo hace unos días. Ahí reside su gran compromiso con el club. El galés se adapta a jugar en cualquier posición, sin duda, pero respeta la jerarquía de un Balón de Oro como Ronaldo a pesar del precio de su contratación. Aunque su rendimiento sería más productivo en la banda izquierda, el expreso de Cardiff demostró que es una fuerza de la naturaleza en cualquier zona. Su primera parte ante Jaume Costa fue primorosa. Se aprovechó del fallo de Dorado para definir el primero de forma magistral, picando el balón por encima de Asenjo. En el segundo, asiste a Benzema tras driblar hacia fuera y poner el centro con su pierna 'mala'. Además, estuvo muy bien defendido para evitar diagonales interiores que permitiesen su gran disparo a pierna cambiada. Pero el desgaste se termina notando cuando tienes a dos puñales en cada banda.

La explicación de Ancelotti sobre el dilema de Bale por la derecha aclaró todas las dudas. Y tiene mucho sentido. La presencia de Benzema, un delantero más combinativo que rematador, influye en la posición de Bale y Jesé: "Si tienes un delantero potente es mejor cambiarles para que pongan centros; pero teniendo en cuenta las características de Benzema, para nosotros es mejor que jueguen así, porque ganan tiro y juego interior", concluyó Ancelotti. El Madrid se dejó llevar por los minutos y la ventaja del encuentro. Un golazo de Mario despertó al conjunto blanco de la importancia del partido. Faltaba la salsa canaria. En una jugada que resume la gran importancia de Karim y el papel de Di María al combinar al primer toque, Jesé nos recordó al mejor Romario con ese toque tan especial. Muy de Butragueño. Jesé ha marcado ante el Atlético de Madrid (2º), Barcelona (3º), Athletic (4º), Villarreal (5º) y Valencia (8º).

Modric, en acción (vía @Rafa_NMJ)

Mientras tanto, el 19 del Madrid empezaba a deleitarse con su recital de amagos semanal. El Bernabéu le ha cogido un cariño especial y merecido por su talento. Y a este futbolista nadie le ha dedicado ni una sola portada por su magnífico rendimiento. Fue un fichaje extranjero y de Mourinho, claro. El tiempo pone a cada uno en su sitio. A pesar del nuevo golazo de Giovani (los tres últimos goles a Diego López son impresionantes), un contragolpe mortal de Jesé y Benzema lo finalizaba el francés para sentenciar el choque. La verticalidad del canario parece no tener límites. En el plano negativo, las lesiones de los laterales zurdos y los problemas de Illarra en la circulación; en el lado positivo, el nivel espectacular de los centrales y la adaptación-efectividad de Bale tras salir de lesión.

Real Madrid 4-2 Villarreal (Bale, Benzema (2) y Jesé; Mario y Giovani)

Diego López (5); Carvajal (6,5), Pepe (8), Sergio Ramos (7), Marcelo (s.c); Illarramendi (6), Modric (8), Di María (7); Bale (9), Benzema (8,5), Jesé (8,5) || Coentrao (s.c), Arbeloa (5), Xabi Alonso (6)

Mejor jugador del partido: Bale.

6 de febrero de 2014

El Madrid siempre vuelve

Di María y Jesé, dos de los grandes protagonistas del derbi copero en el Bernabéu.

En el barco de Ancelotti ya no se venden billetes. Cómo hemos cambiado, que diría Presuntos implicados. En la previa del partido conversaba con madridistas. La tónica general era la misma: este Madrid no juega a nada. Ante mi respuesta sobre cuál era la propuesta futbolística de Simeone, el silencio se hacía notar en los aledaños del Bernabéu. Y ojo: este Atlético de Madrid lucha con un presupuesto netamente inferior, menos recursos y un gran empaque. Pero cuando elevas el elogio por encima muchas veces de tus posibilidades, la caída es dura. El Madrid ha aceptado el pulso de Simeone; ha bajado el barro, le ha ganado la pelea y se ha pavoneado en el último tramo del partido tocando el balón. Cada pelota era la última; cada choque, un nuevo partido; cada minuto, una oportunidad para aumentar la distancia en el marcador; cada injusticia arbitral, presión para Clos Gómez. Un cambio de actitud e intensidad a la vieja usanza. Y con fútbol, mucho fútbol. Eliminatoria casi sentenciada.

Antes de comenzar el encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Aragonés. Máximo respeto del público madridista. Siempre ha habido clases. En lo deportivo, Bale era finalmente baja por no llegar al 100%. Totalmente comprensible: un partido ante Simeone requiere del 200%. Y más ante la ausencia de Cristiano por sanción en Liga. Ancelotti apostó de nuevo por un 4-3-3 con la incógnita de Di María en el aire tras el empate en Bilbao. Para afianzar su propuesta y minimizar los errores defensivos, alineó a Arbeloa y Coentrao en los laterales. Dos futbolistas extremadamente infravalorados por público y prensa. El partido cumplió el guion esperado. Del plano 4-4-2 del Madrid en Liga, sin Xabi ni Modric, te puede valer; hoy, no. El plan de Simeone era aprovechar fallos del Madrid en la entrega, priorizar las jugadas de estrategia y defender con dos/tres ayudas cada internada del conjunto blanco por la banda. La empresa para el Madrid no era fácil, ya que siempre había diez jugadores atléticos por detrás del balón.

La segunda jugada y los disparos lejanos aparecían en el horizonte como solución al cerrojazo. El gol de Pepe, con la ayuda del defensa, abría la lata. Con el marcador a favor empezaba el show de Modric. Complicado arrebatarle el balón en la conducción, difícil en el desplazamiento; misión imposible cuando realiza un par de amagos. Tampoco aparecía en los partidos grandes, decían. En el otro lado del barro, mientras Diego Costa ensayaba el curso de teatro para su encuentro con Del Bosque (veremos cómo enfoca el establishment la ética del seleccionador), Pepe salió ganador del duelo. Inconmensurable. El Madrid tenía el partido en el sitio exacto. Mientras tanto, Di María cuajaba su mejor partido como interior desde la Liga de Mourinho -goleada en el Sánchez Pizjuán mediante- para dar un claro argumento a Ancelotti en su apuesta por el argentino. Su asistencia a Jesé en el segundo gol justifica cualquier desencuentro previo. En ese tanto, Courtois fue humano por primera vez.

El Madrid se gustaba, robaba con facilidad, tocaba en largo y en corto. Los 'olés' del Bernabéu eran un puñal para Simeone, que apremiaba desde la banda al árbitro por cualquier acción polémica. Clos Gómez le perdonó la expulsión. No tuvo tanto tacto con Mourinho en la final de la pasada Copa. Sin embargo, el tiempo apremiaba para los blancos: querían sangre. El disparo de Di María encontró la tan abnegada suerte de la última final. Fiesta en el Bernabéu. El mejor Madrid del año, ése que era incapaz de hacer frente a un gran rival, aquel incapaz de jugar a algo cercano al balompié, demostró la capacidad futbolística que atesora ante un dignísimo rival. Mención aparte para el partido de Modric, Ramos, Pepe, Xabi y Di María. No hizo falta ni un explosivo Cristiano para encarrilar el pase a la final de Copa.

Real Madrid 3-0 Atlético de Madrid (Pepe, Jesé y Di María)

Casillas (6,5); Arbeloa (6), Pepe (9), Ramos (9), Coentrao (8); Xabi Alonso (8,5), Modric (9), Di María (9); Jesé (8), Benzema (6), Cristiano Ronaldo (6) || Illarra (6), Morata (5), Isco (5)

Mejor jugador del partido: Di María.

3 de febrero de 2014

Oportunidad perdida de dar un golpe en la mesa

Jesé, autor del gol del Madrid en Bilbao, reconoce el mérito de Cristiano Ronaldo en la jugada.

El Madrid se marcha de Bilbao con un sabor agridulce. Por un lado, el golazo de Ibai y la deficiente actuación arbitral de Ayza Gámez; por el otro, el conjunto de Ancelotti se coloca a la altura del Barcelona tras puntuar en un campo donde los de Martino perdieron su primer partido de la temporada. Aunque la sensación es ver el vaso medio vacío. El despliegue físico del Athletic se asemeja bastante al realizado por el equipo de Simeone en el Bernabéu, pero con el condicionante de presionar la salida de balón del Madrid desde el pase de Diego López a los centrales. Impresionante. Una primera parte en la que Xabi Alonso y Modric fueron superados por Iturraspe -copia exacta de Busquets- y un prodigioso Ander Herrera. El tanto de Jesé refrendó la superioridad del Madrid en la segunda parte. Sin embargo, un tanto de fortuna de Ibai -tras un despeje de Ramos- dejó las tablas. El Madrid se conformó con el punto tras la expulsión de Cristiano.

La jornada se presentaba con la posibilidad real de perder puntos ante el Barcelona. El conjunto blaugrana jugaba en casa ante un Valencia en plena descomposición por la grave situación económica del equipo ché. Sorprendentemente, un partidazo de Parejo y Feghouli dio el triunfo más inesperado de los últimos años. Era una ocasión clave para el Madrid de distanciar al Barcelona. Pero la empresa no era nada fácil: sólo el Atlético de Madrid había conseguido desvirgar San Mamés. Y lo hizo con el equipo bilbaíno volcado para remontar una eliminatoria perdida. Las similitudes respecto al Athletic-Barça fueron evidentes. La presión local sobre la salida del balón madridista fue una constante durante toda la primera mitad. Dobles y triples ayudas, coberturas de Iturraspe, Rico y Herrera, ante un Madrid que apenas podía enlazar dos pases con sentido. Aduriz dispuso de la única ocasión del Ahletic en la primera mitad. Respecto al Madrid, acciones individuales de Jesé y Benzema sin llegar a buen puerto. De Marcos y Gurpegui defendieron muy bien cualquier acometida de Cristiano, aunque con la complicidad del árbitro en varias acciones.

El guion cambió en la segunda parte. El paso atrás del conjunto de Valverde lo aprovechó el Madrid para tocar con mayor rapidez y precisión. Modric y Benzema tuvieron en sus botas las mejores ocasiones para los blancos. De un robo de Di María surgió la jugada del gol; Benzema dibujó un pase al espacio a Cristiano, que, con una gran visión de juego, asistió a un oportuno Jesé en el área. Toque sutil para evitar la estirada de Iraizoz. Parecía todo controlado. Sin embargo, en una falta lateral lejana llegó el gol del empate: un latigazo de Ibai imparable para cualquier portero. Sergio Ramos despejó con poca contundencia en dos acciones ante el goleador del Athletic; y en la última, Diego López evitó la victoria local con una gran intervención. La expulsión de Cristiano Ronaldo, en una actuación de Gurpegui digna de los Oscars, corroboró el nefasto arbitraje de Ayza Gámez. Además, dejó sin sancionar varias jugadas de tarjeta clara a Ander, no señaló falta sobre Benzema en la jugada previa a la expulsión y, para completar el círculo, pitó el final del encuentro antes de tiempo, cuando el Madrid se disponía a colgar el balón al área. Un despropósito.

Ancelotti se equivoca al cambiar a Jesé por la simple razón de que era el jugador más desequilibrante y rápido que le que quedaba al Madrid sobre el césped. Si el Cómite de Competición considera grave la acción Cristiano, por lo que sería sancionado de 2 a 4 partidos, no podría jugar en Copa ante el Atlético de Madrid. Pero lo normal es la aplicación de un partido de sanción, por lo que sólo se perdería el encuentro de Liga ante el Villarreal. Y el miércoles visita el Bernabéu Clos Gómez. Sí, sí, el mismo trencilla que expulsó a Ronaldo y Mourinho en la final de Copa. Un encuentro en el que los colchoneros, líderes en solitario de Liga, contarán con las bajas importantes de Filipe Luis y Villa. El Madrid necesita convencer ante su público tras la desazón producida en el partido liguero ante el equipo de Simeone.

Athletic de Bilbao 1-1 Real Madrid (Ibai; Jesé)

Diego López (7); Carvajal (6), Pepe (7), Sergio Ramos (5), Marcelo (4); Xabi Alonso (5), Modric (4), Di María (6); Jesé (7), Benzema (5), Cristiano Ronaldo (6) || Illarra (5), Morata (5), Varane (s.c)

Mejor jugador del partido: Ander Herrera