25 de marzo de 2014

Despedida


Aunque me hubiese gustado comentar el apasionante clásico del pasado domingo, motivos laborales me obligan a poner punto y final a la actividad de la página de manera indefinida. ¿Volveré a escribir aquí? El tiempo lo dirá. Han sido siete años muy intensos de victorias, derrotas, decepciones y alegrías contadas desde mi particular punto de vista. Siempre ha habido periodos de tiempo en los que no encontraba la motivación para escribir, pero, en defensa del lector, era necesario comentar hasta la crónica de un encuentro ante el Alcoyano. Un agradecimiento especial a Domingo, Manuel, Miguel, Favela, McNulty, Ampudia, Ernesto Moreno, Dani Buyo, Jon, bigfoot, wanlu, LEG... Y a todos aquellos anónimos desconocidos pero imprescindibles en el desarrollo y crecimiento de la página a lo largo de estos años.

Sobre la marcha deportiva del equipo, es necesario que el madridista ponga en perspectiva la situación privilegiada a estas alturas de la temporada: el Madrid, tanto en fútbol como en baloncesto, está en disposición de ganar todos los títulos en juego (en basket ya van dos de cuatro). Y el Castilla, con el trabajo de Manolo Díaz, tiene muchas opciones de permanecer en la Liga Adelante. Pero el madridismo que he tratado durante estos años siempre debe vivir de la crítica constructiva, nunca del halago premeditado o el fatalismo que reina cada vez que el Madrid empata o pierde un partido.

Ha sido un placer,

Ángel Martín (@zinexine)

2 de marzo de 2014

Empate a nada

Cristiano Ronaldo y Diego Costa discuten una jugada del partido.

Un gol de Cristiano Ronaldo, en uno de los momentos críticos para las aspiraciones del conjunto blanco en la Liga, permite al Madrid seguir líder una jornada más. Y gracias. Parecía que iba a ser una tarde plácida con el tanto tempranero de Benzema, pero fue todo lo contrario. El balón iba de un lado a otro en una sucesión de despejes, desplazamientos en largo buscando a los jugadores de ataque y brega en el centro del campo sin descanso. Ahí se impuso el Atleti. Koke y Gabi, en un grave fallo de Diego López, cambiaron las tornas. La entrada de Marcelo, Carvajal e Isco dieron más profundidad al Madrid, que avasalló a los locales hasta el último minuto. El gol de Ronaldo puso la calma para el líder. Arbitraje nefasto de Delgado Ferreiro. Un punto valioso con el objetivo de llegar líder al clásico. 

Sorprendió Ancelotti con la entrada de Arbeloa y Coentrao en los laterales. Bien es cierto que fueron titulares en el partido de ida de Copa, y que estaban frescos por su suplencia en Alemania, pero fue una de las claves del encuentro. Cuando se posicionan Marcelo y Carvajal actúan prácticamente de extremos, lo que facilita los espacios a Cristiano y Bale para que se colocan en posiciones interiores, con Modric y Di María muy pegados a sus respectivos costados. Lo vimos ante el Schalke en la jugada del 0-1. Facilita la salida de balón del equipo cuando la presión es excesivamente fuerte. Sin embargo, Ancelotti pensó en la fiabilidad defensiva de los hoy titulares con el objetivo de frenar las internadas de Filipe Luis y las caídas al costado derecho por parte de Diego Costa. Y el plan iba de perlas con un tanto de Benzema, en una jugada que parecía desembocar en el famoso gilicorner pero que finalizó en un gran centro de Di María para el tanto de un delantero en estado de gracia. A partir del gol el Madrid desapareció del terreno de juego. En definitiva, el encuentro cambió a un partido de cadetes en el que se priorizaba el contacto, el desplazamiento en largo y las jugadas al choque. Terreno de Simeone.

Un fallo en la marca de Di María habilitó a Koke para marcar el empate. Una jugada que nace de un saque de banda favorable a los colchoneros, como ejemplo del aprovechamiento de recursos ilimitados de este equipo para imponerse en este tipo de partidos. El gol de Gabi fue un jarro de agua fría. Aunque Cristiano y otro defensa dificultaban la visión de Diego López, fue un grave error del portero gallego. Cantada de impresión para un tiro seco, potente, pero lejano y sin mucha dificultad aparente. La superioridad era evidente. Di María era una máquina de perder balones, Xabi quedaba ahogado por la presión, Bale y Cristiano recibían siempre de espaldas, Diego Costa se impuso a Ramos... El de Camas cometió un claro penalti sobre el delantero brasileño. En el otro lado, manos de Gabi a un lanzamiento de falta de Cristiano. Pero en un partido que pedía una pausa por entradas alevosas y, en cambio, el trencilla aplicaba siempre una ley de la ventaja que sólo beneficiaba al infractor.

La mejora del Madrid fue fruto del cansancio local, no tanto de los cambios. Isco y Marcelo dieron al Madrid más profundidad por el costado zurdo. El equipo ya no necesitaba de ayudas defensivas ante la isla que era Diego Costa en ataque frente a Pepe y Ramos. Por tanto, el acoso de los últimos veinte minutos fue incesante. Cristiano marcó un gol de nueve puro, pero lo pudo hacer antes en otro gran remate de cabeza. Modric tuvo en sus botas un disparo lejano que no encontró portería. Sabor dulce por el empate ante una perspectiva negra en los primeros minutos del segundo tiempo. Lo mejor: el Madrid depende de sí mismo para ganar esta Liga; lo peor, la salida del balón del equipo reflejado en los laterales y el flojo encuentro de un Di María desubicado.

Atlético de Madrid 2-2 Real Madrid (Koke y Gabi; Benzema y Cristiano Ronaldo)

Diego López (4); Arbeloa (4), Sergio Ramos (4), Pepe (4), Coentrao (4); Xabi Alonso (5), Modric (6), Di María (4); Bale (5), Benzema (7), Cristiano Ronaldo (7) || Marcelo (6), Carvajal (6), Isco (6,5)

Mejor jugador del partido: Benzema.

26 de febrero de 2014

La BBC conquista Gelsenkirchen

Bale y Cristiano, autores de cuatro de los seis tantos del Madrid en Alemania.

Tremendo. Golpe de autoridad de un Madrid colosal, en su mejor versión de la temporada ante el primer gran envite en Europa. Todos los fantasmas alemanes se fueron en un visto y no visto. Pero este Madrid aburre y no juega al contragolpe, según los nostálgicos de un mourinhismo al que nadie les invitó ni del que tampoco aprendieron nada. El respeto por un proyecto nuevo y la máxima confianza en el entrenador por encima de los jugadores. Ahora eso no vale. Hoy el Madrid pasó por encima del Schalke con todos los registros del juego: dominio, pausa, presión y contragolpe. Y concedió sólo dos ocasiones, en las que Casillas pudo únicamente hacer un milagro. Benzema y Bale volvieron a silenciar a sus críticos con sendos partidos sublimes; el del francés, su mejor encuentro desde que viste la camiseta la blanca. Set, partido y eliminatoria. Rotaciones para la vuelta y descanso para el clásico. Sin embargo, este equipo debe seguir con los pies en el suelo y rebajar la evidente euforia. Un partido para disfrutar.

Disfrutaron todos los jugadores blancos. El menos excepcional fue Marcelo, superado por los acometidas de Farfán por su costado, aunque no recibió las ayudas necesarias en los primeros minutos. El Madrid tocaba y dormía el partido en su terreno. El Schalke parecía estar bien posicionado tácticamente, ya que Meyer y Huntelaar dificultaban la salida de balón de Xabi y Modric. Pero fue un espejismo. Di María percutía por el centro con total impunidad, Bale realizaba diagonales con una pasmosa facilidad y Benzema era el eje de todo.  El primero, combinación de Bale y Cristiano, cuyo pase queda muerto en el área gracias a Santana, y Benzema no perdona. Tanto Carvajal como Marcelo actuaban como extremos en ataque posicional, lo que facilitaba las incursiones de Ronaldo y Bale por posiciones centrales. El segundo es un golazo de Bale, con croqueta derecha-izquierda a lo Laudrup, para driblar con pausa y eficacia a la defensa alemana y definir con la zurda al palo corto de Fahrmann. La recuperación de balón en el costado derecho es de Benzema. Cristiano tuvo varias ocasiones para sentenciar la eliminatoria, pero el guardameta y el poste dejaron el show para la segunda parte.

Fue tal la superioridad del Madrid que corrió incluso menos kilómetros que su rival. Impresionante con tanta posesión. Los equipos de Guardiola, por ejemplo, corren siempre más que el rival por la presión tras pérdida. El Madrid recuperaba muy rápido por la imprecisión de los alemanes en la salida de balón. El achique fue espléndido, fruto de un gran posicionamiento, que forzaba los errores del Schalke. El tercero fue un gol made in BBC: galopada de Bale, arrastre de Benzema al lado contrario de la posición de Ronaldo y Cristiano, sólo ante Matip, le dribla con varias bicicletas para firmar un tanto parecido al logrado en Turquía frente al Galatasaray. El show continuaba. Benzema definía el cuarto tras un taconazo de Cristiano. Los últimos goles, obra de Bale y Cristiano, completaban un partido de diez. El sistema de Ancelotti funciona, el equipo controla el tempo de los partidos -aunque suponga un registro tan diferente de la última etapa- y te mata arriba. Y, además, sólo permite una o dos ocasiones por encuentro a los rivales. El paradón de Casillas a Draxler, clave en la eliminatoria (con 0-1). Un encuentro para reivindicar a Karim Benzema: dos goles, robo en el 0-2, desmarque en el 0-3 y asistencia en el 0-6. Todo funciona. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.

Schalke 04 1-6 Real Madrid (Benzema -2-, Bale -2-, Cristiano Ronaldo -2-; Huntelaar).

Casillas (8); Carvajal (7), Pepe (7), Sergio Ramos (7,5), Marcelo (6); Xabi Alonso (7), Modric (7,5), Di María (8); Bale (9), Benzema (9,5), Cristiano Ronaldo (8,5) || Isco (6), Illarra (5), Jesé (5).

Mejor jugador del partido: Karim Benzema.