31 de octubre de 2013

Una nueva sociedad perfecta

Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, a pleno rendimiento ante el Sevilla.

La magia de los Madrid - Sevilla en los últimos años es reseñable; aunque ya no esté Guti, actor principal de partidos memorables y con goles de bella factura. Mientras el Real Madrid homenajeaba la figura del mítico Ferenc Puskas la pasada semana, el futbolista que más se asemeja a su figura por potencia y su tremendo disparo realizaba su primera exhibición como jugador blanco. El destino no está carente de cierta ironía: partido con el mismo marcador (7-3) que la final de la Copa de Europa de 1960 ante el Eintracht de Frankurt, donde Puskas pasó a la historia al anotar cuatro goles en dicha final. Toda esta serie de coincidencias vienen a resumir un partido trepidante, pero que al Madrid le debe hacer reflexionar sobre la fragilidad defensiva, especialmente en la transición, que arrastra de varios encuentros en el Santiago Bernabéu (frente al Betis, por ejemplo). El lamentable arbitraje de Teixeira y el partido de Rakitic pudieron costarle al Madrid más de un disgusto. Sin embargo, apareció la figura de Diego López en los momentos claves del encuentro (con 3-2 y 5-3 en el electrónico) para evitar males mayores.

Con Illarra de vuelta a la titularidad tras la peculiar alineación en el Camp Nou, se presentaba un encuentro que parecía estar sentenciado a la media hora de juego. Un choque claramente marcado por las polémicas declaraciones de Joseph Blatter sobre Cristiano Ronaldo que motivaron -aún más si cabe- al portugués de cara al partido. Sorprendentemente, los focos recayeron en Gareth Bale. El galés adelantó al Madrid tras un espléndido contragolpe iniciado por Isco y en el que Benzema, tras un gran recorte, asiste a Bale para que éste descosa el balón a la escuadra derecha de Beto. La fortuna llegaría a balón parado. Bale marcaría de libre directo, con la colaboración de la barrera, y Cristiano desde el punto de penalti. Una pena máxima que no era, ya que el derribo es fuera del área. Además, no acertó en ninguno de los tres penaltis señalados en el encuentro. Una prueba más del nivel arbitral del colectivo dirigido Sánchez Arminio. Muñiz, que es un árbitro horrible, fue a la nevera por equivocarse en una jugada que beneficiaba al Madrid; Undiano, libre de culpa por la 'complejidad del partido y la presión de los jugadores'. Un argumento vulgar para salir al paso del ridículo que hizo el señor Arminio tras el encuentro ante el Elche.

Seguimos con el partido. Arbeloa fue señalado por el público tras el segundo tanto del Sevilla, en una jugada iniciada por Vitolo desde el costado izquierdo sevillista; el centrocampista llega hasta la línea de fondo sin la oposición de Arbeloa, cuyo centro termina en gol tras la pasividad de Sergio Ramos. Mérito también de un futbolista descomunal como Jairo. La transición defensiva del Madrid hizo aguas de nuevo, con Vitolo y Jairo de exponentes ofensivos sevillistas. No llegaban ayudas de Khedira, Illarra e Isco en esa zona del campo. Además es notable la poca contundencia exhibida por los centrocampistas blancos, incapaces de frenar los contragolpes visitantes con una falta táctica. Le queda mucho por aprender a Illarra de Xabi en ese aspecto. El partido era de ida y vuelta con el 3-2 en el marcador. Y en esas aparece Diego López, que encaja bastantes goles (argumento que sólo sirve para atacarle él; cuando le marcan a Casillas sí es culpa de la defensa) por la pésima defensa del equipo, no por su rendimiento. Salvó al equipo del posible 3-3 y 5-4. Tras la parada a Jairo que hubiese supuesto el empate, Benzema marca el 4-2 en un contragolpe made in 'BBC' (Bale, Benzema y Cristiano).

Las tres mejores noticias para el Madrid las aglutina el tridente mágico de arriba. En primer lugar, el rendimiento de Bale. El  nivel de confianza para encarar e intentar acciones nuevas ha aumentado; su zancada y conducción por la banda es digna de cualquier velocista, con el añadido de la mejora que supone para el equipo que llegue hasta la línea de fondo (al contrario que Di María). Centró bien con la derecha, sumando dos asistencias de gol en el cuarto y cinco de la noche. Para mí, personalmente, la mejor noticia es la recuperación futbolística de Benzema. Cuando está en su nivel es el mejor delantero de Europa. Qué capacidad de asociación y ver los espacios necesarios para la entrada de otros jugadores en segunda línea. Está tocado por una varita mágica desde el Camp Nou: todas sus acciones importantes han sido ejecutadas a la perfección. Y por último, la sociedad que van a formar Cristiano y Bale es la clave fundamental de la temporada blanca. De su éxito, más el nivel de Xabi Alonso, dependerá el futuro del conjunto blanco.

Real Madrid 7-3 Sevilla (Ronaldo -3-, Bale -2-, Benzema -2-; Rakitic -2- y Bacca)

Diego López (6); Arbeloa (5), Varane (5), Ramos (5), Marcelo (7); Illarra (6), Khedira (5,5), Isco (6,5); Bale (9), Benzema (9) y Ronaldo (9) || Xabi Alonso (5), Modric (5), Di María (5).

Mejor jugador del partido: Gareth Bale.

29 de octubre de 2013

Campaña contra Diego López

Diego López, en una acción de un partido de la presente temporada.

Tras la decisión de Ancelotti de apostar por Diego López como titular en la portería del Real Madrid, en la misma línea que José Mourinho, los ataques hacia el portero gallego se iban a incrementar al mínimo fallo del guardameta. La crítica y la exigencia es imprescindible en una posición clave para un equipo de fútbol, pero sólo se ha mostrado en su esencia cuando Diego López ha vuelto a la plantilla blanca. Sin competencia, los fallos de Iker Casillas quedaban en el olvido al no haber un sustituto temporal de garantías en caso de un bajo rendimiento del portero de Móstoles. Los más férreos defensores de Casillas basan su crítica en tres argumentos: Diego encaja muchos goles, rendimiento mediocre en partidos importantes y, además, consideran que el portero falla en los dos goles del clásico. Diego también tiene defensores a ultranza, eso es innegable, debido en parte a la polémica entre Iker Casillas y José Mourinho la pasada temporada. No hace falta entrar en detalles extrafutbolísticos, ya que hay argumentos deportivos para justificar la presencia de ambos porteros.

Respecto al argumento sobre que Diego López encaja muchos goles, es necesario reiterar que Iker Casillas ha ganado un solo Zamora en toda su carrera en el Real Madrid (2007/2008). Es un dato que no indica que Casillas sea un portero sobrevalorado o su rendimiento haya sido mediocre; al igual que también es falso que Diego esté realizando una mala temporada por encajar bastantes goles. El portero gallego salva al Madrid en Elche y Villarreal, además de realizar paradas de gran mérito en los momentos iniciales de partido (a Felipe Melo en Turquía, por ejemplo). Respecto al rendimiento mediocre en partidos importantes, afirmaré que Diego López realiza el mejor partido que le he visto a un portero del Real Madrid en los últimos diez años en Europa. Estoy hablando de la eliminatoria del año pasado frente al Manchester United. Y ya que hablamos de partidos importantes, en lo referente a partidos frente al Barcelona, dejo una comparativa interesante. Con datos de todos los partidos de los últimos tres años con Mourinho de entrenador blanco ante el Barcelona, y añadiendo el último encuentro del pasado sábado, la comparativa entre ambos porteros es la siguiente:

Iker Casillas

:: Clásicos disputados frente al Barcelona con Mourinho: 12
:: Goles recibidos: 24 -> 2 goles de media encajados por partido.
:: Goles de Messi: 10 goles en 12 partidos -> 0,83 de media.
:: Resultados: 5 derrotas, 4 empates y 3 victorias.

*En defensa de Casillas, una de esas victorias es el título de la Copa del Rey en la que realiza una de sus mejores actuaciones en los últimos años.

Diego López

:: Clásicos disputados frente al Barcelona: 4
:: Goles recibidos: 5 -> 1,25 goles de media encajados por partido.
:: Goles de Messi: 1 gol en 4 partidos -> 0,25 de media.
:: Resultados: 2 victorias, 1 empate y 1 derrota.

Por último, es innegable que Diego López puede hacer más en el gol de Alexis Sánchez. Como también es cierto que Varane le deja un espacio innecesario en esa situación al jugador chileno. Lo dicho: me encanta que el periodismo deportivo en Madrid haga una crítica deportiva de los porteros del Real Madrid. De verdad. El problema es, lamentablemente, que sólo lo hará en uno de los casos por diferentes motivos.

26 de octubre de 2013

De Ancelotti a Undiano

       Mascherano comete un claro penalti sobre Cristiano Ronaldo con 1-0 en el electrónico.

Cómo hemos cambiado. Es difícil reconocer la identidad de Madrid y Barça tras la salida de Mourinho y Guardiola/Tito. Diferentes enfoques, cambios tácticos, pero la victoria fue para el conjunto blaugrana. La idea inicial de Ancelotti es criticable. Cambiar las cartas en función de tu rival es una señal de debilidad extrema. Cierto es que Mourinho lo hacía frente a Guardiola en sus primeros enfrentamientos. Sin embargo, este Barcelona es muy, muy diferente. Venía de dos tropiezos consecutivos ante Osasuna y Milan, lo que mermaba su nivel de confianza de cara al encuentro. La entrada de Ramos y Bale, que no había tenido minutos importantes en la temporada, fueron apuestas muy arriesgadas. Más aún cuando tienes en el vestuario a diversos jugadores que prefieren pagar canon a periodistas en detrimento del grupo. Me explico: el Tata Martino ha reconocido en rueda de prensa que le filtraron la titularidad de Pepe y Ramos como posibles mediocentros. Y luego alguno se pregunta muchas cosas.

Vamos con el partido. Hay dos tarjetas amarillas iniciales que condicionan mucho a los dos equipos. La primera, Busquets por el Barça. Ambas son claras, sin duda, pero la que ve Sergio Ramos ante Neymar es evitable por sacar el brazo a pasear. Toda la presión que podría ejercer Ramos sobre Cesc, Iniesta y Messi se queda en nada por una acción infantil. Y si no vas con contundencia en esa línea de creación, estás perdido. Aun así, el Barça sólo llevó peligro en una jugada a la espalda, donde Neymar recibe -Pepe rompe el fuera de juego- y bate a Diego López tras desviar levemente el tiro Carvajal. El Madrid apenas creaba oportunidades; nadie recibía en la posición de diez con criterio. Tampoco se podía salir al contragolpe porque los blancos apenas robaban balones. Tuvo el Madrid el empate en una jugada de Cristiano, de las pocas que recibe de extremo izquierdo en el partido, llega hasta la línea de fondo para que Khedira, viniendo desde atrás, remate ante Valdés. El balón queda muerto en la mano de Adriano. ¿Penalti? Difícil de ver, pero es penalti.

El partido cambia completamente en la segunda mitad. La entrada de Benzema e Illarra dan la vuelta a la dinámica del encuentro; a partir de ese momento, el Madrid pasa a dominar claramente al Barcelona durante un tramos de veinte minutos. El partido que se marca Benzema es un auténtico escándalo. Todas sus acciones son positivas: controles, dejadas, pases al hueco y disparos. Su zapatazo merecía el gol, pero la suerte hoy no estaba de lado el Madrid. En el mejor momento de los blancos, con el Barça agazapado y saliendo al contragolpe, hay un penalti evidente de Mascherano a Cristiano Ronaldo. El argentino es zorro viejo en la acción, pero eso no exime a Undiano de señalar la pena máxima. Los de Ancelotti no aprovecharon esos grandes minutos. Cuando el Barça parecía haber un cogido un poco de aire, una jugada excepcional de Alexis sentencia el choque. Me niego a criticar a Diego y Varane en una acción espléndida. Jesé recortó distancias ya sin tiempo.

Reflexiones claras. En primer lugar, Barça y Madrid son infinitamente inferiores al Bayern de Guardiola. Lograr la Champions es una utopía a estas alturas de la temporada. Otra, la gran mejoría del conjunto blanco con Benzema retrasando su posición y viniendo a recibir más atrás, sin quedarse anclado en una posición donde se desperdicia todo su fútbol. Y la última, el Tata ha cambiado el estilo y los valores de los que tanto se han vanagloriado Xavi y la prensa mediática de Barcelona. Este Barça ha sido vertical y ha jugado al contragolpe. Esta última opción es una herejía para el menottismo. Mientras el Barça de Guardiola dejaba morir el partido con la posesión en su poder, el del Tata ha finiquitado el choque perdiendo tiempo en una esquina. Ligeras diferencias de cómo afrontar un partido.

Barcelona 2-1 Real Madrid (Neymar y Alexis; Jesé)

Diego López (5); Carvajal (6), Pepe (4), Varane (7), Marcelo (5); Ramos (4), Khedira (7), Modric (7,5), Di María (5), Bale (6), Ronaldo (7,5) || Benzema (8), Illarra (7) y Jesé (7)

Mejor jugador del partido: Victor Valdés.

24 de octubre de 2013

Cristiano, el físico y el debate del '9'

Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la Champions 2012/2013, celebra su primer gol del partido.

Pocos titulares nos deja la jornada de Champions. El primero, la más que factible clasificación para octavos de final como primero de grupo. Aun perdiendo en Italia, le valdría al Madrid con una victoria ante el Galatasaray de Drogba y Sneijder en el Bernabéu. Aunque el conjunto blanco puede jugar con la posibilidad de dejar fuera de la competición a un rival tan peligroso como la Juventus. Los italianos serían uno de los equipos más fuertes que pasarían como segundos, junto con el elegido de la terna Dortmund, Nápoles y Arsenal. En segundo lugar, la eficacia de Cristiano Ronaldo salvó al Madrid de cualquier apuro. La colaboración de Chiellini y el árbitro, en una rigurosa expulsión, permitieron al Madrid sestear con el marcador y la condición física de cara al partido ante el Barcelona. 

A pesar de que el menottismo radical sólo habla del toque y la posesión, la realidad es que un dominio del juego, que tiene su base en la presión y en el poderío físico de los jugadores, es totalmente infructuosa sin intensidad ni esfuerzo. Lo vimos como claro ejemplo en el pasado derbi entre Real Madrid y Atlético en el Bernabéu. Debido a esto, equipos grandes en Europa como Bayern y Dortmund, con una gran posesión de balón, corren muchos más kilómetros que sus rivales. Lo que corre es la pelota, no los rivales. Valiente falacia. Este inciso futbolístico viene a explicar unos datos de Marcos López muy interesantes, que sintetizan el porqué del éxito actual de Simeone; y de Klopp, el año pasado. Por ejemplo, hoy la Juventus ha corrido más que el Madrid (111 km por 109) aun teniendo un jugador menos durante todo el segundo tiempo. El Bayern de Guardiola, máximo favorito al título, ha hecho hoy 117 km ante una banda de equipo. Eso es un síntoma terrible para los blancos. En la primera parte, a pesar de los goles del Cristiano, la Juve llegaba con mucha facilidad.

En el aspecto táctico visionamos un claro 4-3-3, con Illarra de pivote y Khedira y Modric de interiores. La Juventus de Conte cambió a defensa de cuatro. Posicionalmente con el mismo esquema que los blancos, su mayor peligro era la posición de Pogba entrando por la banda izquierda. De ahí llega el gol visitante. En una mediocre transición defensiva del Madrid, con Pepe fuera de posición e Illarra desubicado, Arbeloa le cubre la espalda al portugués y Pogba, libre de marca, remata solo en el segundo palo. El principal culpable es Khedira, que llega tarde a la jugada. El Madrid había marcado con anterioridad, en una combinación perfecta entre Khedira, Di María y Cristiano. La diagonal del argentino y el pase al espacio, gran recuerdo de una jugada clásica que repetía en abundancia durante la Liga de los récords. Ronaldo, desde el punto de penalti, batía a Buffon para romper la igualada.

El Madrid, con la expulsión rigurosa de Chiellini (era amarilla), se dedicó a sestear y a jugar con el marcador. El Bernabéu, a falta de cinco minutos para terminar el partido, le recriminaba a los jugadores madridistas su pérdida de tiempo tocando el balón atrás para cerrar el encuentro. Un público que volvió a silbar a Benzema tras fallar lo imposible en una gran jugada de Arbeloa llegando a la línea de fondo. Morata merece oportunidades, pero debe él tirar la puerta y entrar en el equipo. Si analizamos la despedida a Llorente con aplausos, un futbolista que nadie sabe de sus logros, los pitos a Benzema son de auténtica vergüenza ajena. Ya de por sí lo son. La ovación a Pirlo sí estaría justificada porque es una leyenda europea; sin embargo, la realidad es incuestionable: el Bernabéu hoy ha aplaudido a los rivales y ha  silbado a los suyos. Y eso que el francés no tiene ninguna excusa, ya que se encuentra en el peor momento de su carrera deportiva en acierto de cara a puerta. Necesita un gol que le libere psíquica y futbolísticamente. Su partido era muy decente hasta el fallo. Aun así, estoy convencido de su titularidad frente al Barcelona.

Real Madrid 2-1 Juventus (Cristiano Ronaldo -2-; Llorente)

Casillas (7); Arbeloa (6), Pepe (7), Ramos (6), Marcelo (7,5); Illarra (6,5), Khedira (6), Modric (7); Di María (7,5), Benzema (5), Ronaldo (9) || Bale (-), Morata (5), Isco (-)

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo

20 de octubre de 2013

Llueve menos en Chamartín

Di María, clave en el triunfo ante el Málaga.

Se ha quedado buena noche en la capital de España. Tras sonar las alarmas por perder el derbi frente al Atlético de Madrid en el Bernabéu, que suponía alejarse de colchoneros y culés a cinco puntos, el conjunto de Ancelotti se acuesta a tiro de Barça y Atleti. El empate blaugrana en Pamplona, junto con la derrota de los de Simeone en Cornellá, son una inyección de moral para encarar el clásico del próximo sábado con un mayor margen de maniobra en caso de traspiés. Después de disputarse nueve jornadas de la Liga BBVA, el Real Madrid tiene 5 puntos más que el año pasado; el Barça, los mismos. Recordemos que el Madrid de Mourinho visitó el Camp Nou la temporada pasada con ocho puntos de desventaja. Por tanto, el inicio liguero del conjunto blanco es bastante satisfactorio si incluimos las victorias a última hora ante Betis, Elche y Levante. Hoy vimos una versión notable del equipo, en un encuentro que hubiera terminado con goleada escandalosa si Cristiano Ronaldo y Willy Caballero hubiesen tenido un día normal en la oficina. El arquero argentino mantuvo a su equipo en el encuentro hasta el final del choque.

La mejoría del equipo de Ancelotti llega, para mí, debido a tres premisas: la presencia de laterales ofensivos para atacar en estático, la presión exhaustiva tras pérdida en campo del Málaga y el orden táctico generado por la buena colocación de Illarra y Khedira en un claro 4-3-3. Vamos por partes. En la comparativa Marcelo-Carvajal, el encuentro del canterano madridista fue un peldaño superior al del brasileño. Ambos abrieron el campo con la consiguiente mejora. En el caso de Dani, para desdoblar a Di María; en el de Marcelo, para permitir la entrada de Cristiano e Isco en zonas interiores del ataque. El Madrid se encontró, de nuevo, con la problemática del fuera de juego; un síntoma que ejemplifica las pocas jugadas que terminaron con un centro desde la línea de fondo. La segunda premisa destacable es la gran primera parte de Illarra, enorme en el robo y en la colocación desde el pivote, aunque debe mejorar la rapidez en el desplazamiento como ha comentado Ancelotti en rueda de prensa. Khedira no estuvo tan en paralelo con el organizador, lo que significó una mejora de su juego al penetrar en el área rival con diversos desmarques de ruptura por el costado derecho.

En definitiva, los únicos jugadores que realizaron un encuentro gris fueron Cristiano Ronaldo e Isco. Es cierto que el encuentro de Willy Caballero es una exhibición impresionante, a la altura de una reciente de Javi Varas en el Camp Nou o, tirando para casa, otra de Diego López en Old Trafford. A pesar del innegable mérito del portero argentino, me atrevería a asegurar que la mitad de las intervenciones son más demérito del astro portugués que acierto del arquero. La única jugada reprochable a Willy fue la acción del primer gol, en un centro chut de Di María que termina en la red inexplicablemente. Por otra parte, el Bernabéu elogió la entrega de Morata en la presión incesante que realizaba tras pérdida del Madrid en campo rival. No es un tópico raulista, o la llamada carrera demagógica para ganarse el aplauso fácil del respetable, sino que robó dos o tres balones por ir con convicción al robo. Poco más. Bale tuvo unos minutos en el que apenas le vimos por la banda izquierda. Tras la entrada de Jesé volvió a la banda derecha, desde donde generó la jugada del segundo gol blanco. Cristiano, esta vez sí, no falló desde los once metros.

Real Madrid 2-0 Málaga (Di María y Cristiano Ronaldo -p-)

Diego López (6); Carvajal (8), Pepe (7), Sergio Ramos (7), Marcelo (7); Illarramendi (7,5), Khedira (7), Isco (5), Di María (8,5); Cristiano Ronaldo (5) y Morata (7) || Modric (5), Bale (6), Jesé (6).

Mejor jugador del partido: Willy Caballero.

10 de octubre de 2013

Análisis económico del Real Madrid

A expensas de los resultados deportivos, en las últimas fechas se ha debatido bastante sobre la solvencia económica del Real Madrid. Los datos presentados en el Informe económico 2012/2013 del club blanco son intachables. Sin embargo, me he tomado la molestia de comparar los datos contables de los dos clubes más poderosos de España y ver en qué medida el Real Madrid es económicamente solvente.

Antes de explicar las conclusiones más destacadas de la tabla, en la que el Madrid supera al conjunto blaugrana en todas las partidas acerca de la solvencia y el poderío económico de un club, es preciso analizar lo afirmado por el compromisario Carlos Mendoza acerca de la deuda del club blanco. El citado socio dice que la deuda del Madrid está cifrada en 541 millones €. Aunque deja varias partidas fuera del concepto real de deuda, que viene bien explicado en el Informe económico del club, es cierto: el resultado del Pasivo Corriente (238.522) más el Pasivo no corriente (338.080) lo certifican. El Fondo de maniobra del club es negativo. Este valor se calcula restando el Activo corriente (238.522) al Activo no corriente (338.080). Por tanto, el Fondo de maniobra está cifrado en -100 millones € (-141 hace dos años). Sería un dato alarmante, como airean los que buscan la cabeza de Florentino Pérez, si el Madrid fuera una empresa normal. Pero no lo es: el club blanco dispone de recursos y una solvencia económica que le permiten maniobrar. Además, la mayoría de partidas económicas han ido mejorando positivamente en los últimos años:


- La deuda del Real Madrid en 2009, en referencia al concepto de Carlos Mendoza, era de 683 millones € (suma del Pasivo corriente + Pasivo no corriente). Son datos del ejercicio en el cual dimite Ramón Calderón. Desde que Florentino Pérez regresa a la presidencia en 2009, y tras cuatro años de mandato, el Madrid ha reducido esa partida en 142 millones € (de 683 a 541). Otro dato que obvia Mendoza es el el crecimiento de la Tesorería del club, presente en el balance de situación como Efectivo y otros activos líquidos, cifrada en 156 millones € e imprescindible para cumplir los compromisos de pago.

- Patrimonio neto: Son los recursos propios del club. Mientras que el Barcelona posee 12,4 millones €, el conjunto blanco acumula 312 millones €. Un dato que indica la solvencia del Real Madrid. Otra cifra destacable es el Fondo Social (Reservas), que ha aumentado considerablemente en los últimos ejercicios hasta situarse en 270 millones €. Para valorar dicha solvencia, es preciso observar la reducción paulatina del ratio deuda/patrimonio neto, que se encuentra actualmente en 0,3.

- Deuda financiera neta: La deuda financiera neta del club blanco se ha reducido en un 72% durante los últimos cuatro años. Al cierre del ejercicio de 2009, la deuda era de 327 millones €, cifra muy similar a la que presenta en la actualidad el Barcelona (331). En el ejercicio 2012/2013, la deuda financiera neta es de 91 millones €.

- Club deportivo más valioso del mundo: Según recoge la revista Forbes en un informe, el Real Madrid está valorado en más de 3.400 millones $ (algo más de 2.500 millones €). No hay entidad deportiva que tenga más valor económico que el Real Madrid. 

Fuentes:

· Informe anual del Real Madrid 2012/2013 -> Ver informe.
· Informe económico del Real Madrid 2012/2013 -> Ver informe
· Informe de la Asamblea del F.C. Barcelona 2012/2013 -> Ver informe
· Informe de la consultora Deloitte sobre los mejores clubs de Europa -> Ver informe.

6 de octubre de 2013

Morata y Jesé reactivan al Madrid

Morata celebra con rabia el 2-2, que dejaba con opciones al Madrid a falta de jugarse el añadido.


Yo pienso que lo arriesgado es no creer, lo difícil es pensar que no se puede y lo admirable es darlo por perdido. Con esta frase de Jabois, en uno de los mejores artículos que ha escrito -que ya es decir-, se puede expresar esa fe inquebrantable que dispone el Madrid cuando ya no hay nada que hacer. Aunque este Madrid de Ancelotti emocionalmente no transmite nada, de momento, siempre quedaba la duda tras ver el bloqueo futbolístico y mental que supuso la derrota en el Bernabéu ante el Atleti. El gol de El Zhar cerraría el partido en el 99,9 % de los casos. Los cambios de Ancelotti cambiaron la situación del encuentro. La pregunta es evidente: ¿por qué estos jugadores no salieron de inicio? Especialmente en el caso de Morata y Marcelo, ya que el inicio de temporada de Isco había sido sobresaliente. Las rotaciones y el parón de dos semanas, con el añadido de perder media Liga si hoy no se lograba la victoria, eran incompatibles para un choque a vida o muerte.

El análisis táctico del partido es un calco de lo vivido en Elche. Una posesión infructuosa de balón, sin crear ocasiones de gol, donde el dominio del encuentro lo llevaban los locales. Diego López tuvo que intervenir con éxito en un disparo lejano de Diawara. Paradón. El Madrid se estrellaba en el embudo dispuesto por Caparrós. A excepción de un disparo desviado de Modric, el conjunto blanco no tuvo ni una sola ocasión con peligro para inquietar el marco defendido por Keylor Navas. Unas manos en el área local, a cabezazo de Cristiano, quedarán en el recuerdo. El antimadridismo tiene la excusa de Muñiz Fernández para meses. Por otra parte, la presencia de Arbeloa, Coentrao y Khedira en este tipo de partidos y, si me apuras, en este sistema, carece de toda lógica. Los laterales deben incorporarse hasta la línea de fondo para abrir la defensa rival. Carvajal y Marcelo ganan muchos enteros, a pesar de sus problemas en transición defensiva.

Tras el gol de Babá, en un contragolpe de manual levantinista, Ancelotti dio entrada a Marcelo. Su sola presencia y el resultado a favor condicionaron a la defensa local, que dio tres pasos hacia atrás para beneficio de los blancos. Sergio Ramos hizo el empate a la salida de un córner. El de Camas, que ganó ante el Levante más duelos individuales que cualquier otro jugador en un partido de esta Liga (21 de 25), siempre aparece en momentos de épica. A pesar del gol de El Zhar, que parecía sentenciar el encuentro, el Madrid llegaba con mucha facilidad al área rival. Morata y Jesé reactivaron al Madrid en zona de tres cuartos; encarando a los rivales y fijando a los centrales, fue un acoso y derribo hasta el pitido del árbitro. El tanto del empate llega tras una dejada perfecta de Varane, que Morata, con un buen control, le permite ganar el espacio justo para disparar al palo corto de Navas. Sin tiempo para más, una jugada electrizante de Jesé en la frontal termina en la costado derecho del área. Ahí estaba Cristiano, pidiendo protagonismo en el resurgir meteórico de un Madrid que tenía perdida la Liga. Su gol fue un estallido de júbilo.

Ancelotti y el Madrid ganan dos semanas más de margen. El gol de Cristiano puede cambiar la inercia negativa de un equipo. Los minutos finales de Marcelo, Jesé y Morata son esperanzadores para ver algo diferente. Mientras tanto, Barça y Atlético están en disposición de realizar un arranque liguero histórico.

Levante 2-3 Real Madrid (Babá y El Zhar; Ramos, Morata y Cristiano Ronaldo)

Diego López (5); Arbeloa (4), Sergio Ramos (7), Varane (6), Coentrao (4); Khedira (4), Modric (6), Isco (4); Di María (5), Benzema (4), Cristiano Ronaldo (7) || Marcelo (6), Morata (7,5), Jesé (7).

Mejor jugador del partido: Morata

3 de octubre de 2013

Di María aplaza el debate sobre el juego

Di María asiste, en una espectacular acción de rabona, a Cristiano Ronaldo en el 2-0.

Calma tras la tempestad. Enfrente estaba el débil Copenahgue, uno de los equipos más flojos de la competición junto con el Steaua de Bucarest, aunque temible cuando Guardiola sentaba cátedra sobre las dificultades del Barça para derrotar hasta al Puerta Bonita. La mejor noticia del encuentro fue el regreso de Varane y Marcelo tras sendas lesiones. Dos jugadores que están llamados a ser claves en los momentos más importantes de la temporada. Cada uno en su función, aportan ese plus necesario que hacen al Madrid más seguro en defensa -por Varane- e imprevisible en zona ofensiva -la verticalidad de Marcelo-. Aunque sólo fuera por la jugada del segundo gol del partido, el jugador más destacado fue Ángel Di María. Mañana no encontraréis ningún desglose sobre su detalle técnico y su importancia en el partido. Eso, evidentemente, sólo ocurre cuando Higuaín y Özil realizan un gran encuentro. El argentino lleva los mismos goles en la temporada que Benzema (4), pero los ecos malintencionados agudizan una diferencia abismal entre ambos. Hoy, a pesar de no ver puerta, el francés estuvo muy acertado a la hora de combinar entre líneas. Su conexión con Di María culmina la mejor jugada de esta jornada de la Champions.

El 4-4-2 de Ancelotti va camino de ser tema para una tesis doctoral. Lo fue en esencia ante el Atlético de Madrid, donde Isco y Di María ocupaban las bandas, pero mucho más ortodoxo ante el Copenhague; ante los daneses, Illarramendi hizo la función característica de Xabi Alonso en el Madrid de Mourinho: retrasar su posición, incrustándose a veces entre los centrales, para facilitar la salida de balón mediante desplazamientos en largo sobre Di María y Cristiano. Queda un 4-1-2-3, con Modric y Khedira ocupando espacios más de interiores para posibilitar las subidas de Carvajal y Marcelo. La presencia de laterales ofensivos en este esquema es fundamental. De ahí llega la jugada del primer gol: un centro de Marcelo desde el costado izquierdo es rematado de un sutil cabezazo por Cristiano, con la inestimable colaboración de Wiland. Fueron unos minutos esperanzadores, en los que sucedían las internadas de Marcelo. En el tramo final del primer tiempo, en uno de los peores momentos del partido para los blancos, el Copenahgue estuvo cerca de dar la sorpresa a balón parado. La salida en falso de Casillas es salvada 'in extremis' por Modric bajo palos.

La segunda parte fue un paseo para los de Ancelotti. La jugada del segundo gol es una auténtica obra de arte. Desde el taconazo de Benzema, que habilita a Di María, hasta la genial rabona del argentino que finaliza en boca de gol Cristiano. Di María se gustó en el tramo final con dos tantos más; el primero, tras un zurriagazo desde fuera del área; y el segundo, en una gran presión colectiva del equipo que le permite rematar solo delante de Wiland. A falta de que regrese Xabi Alonso y Bale coja el tono físico adecuado, la verticalidad y el regate en corto de Marcelo es el mejor antídoto del Madrid para abrir cualquier defensa. Los últimos minutos sirvieron para aumentar más aún la demagogia existente en el debate sobre la portería. El capitán volvió a demostrar que en el área pequeña tiene unos reflejos prodigiosos. La mejor parada es, sin duda, la primera que le realiza a Bolaños. En su debe, los problemas persistentes en las jugadas a balón parado del encuentro. Se ha normalizado la situación, que ya es bastante.

Real Madrid 4-0 Copenhague (Cristiano Ronaldo -2- y Di María -2-)

Casillas (6); Carvajal (6), Pepe (7), Varane (7), Marcelo (8); Illarra (7), Khedira (5), Di María (9), Modric (7,5); Cristiano Ronaldo (8,5) y Benzema (6) || Isco (6), Morata (5), Jesé (-).

Mejor jugador del partido: Di María.