29 de septiembre de 2013

Simeone, el 4-4-2 y la hipocresía

Cristiano intenta driblar a Filipe Luis, que recibe la ayuda de Arda Turan y Koke.

Punto de inflexión. Es tiempo de reflexionar acerca del dominio que ha ejercido el Atlético de Madrid sobre el conjunto blanco en el encuentro de esta noche. Sin embargo, los que denostaban a Mourinho por competir siempre y morir en el campo hoy deben estar muy contentos: el Real Madrid ha tenido un 63% de posesión, que es lo que realmente importa. Como el Barcelona ante el Bayern de Heynckes. ¿Quién ha dominado realmente dichos encuentros? La respuesta es muy sencilla: Atlético de Madrid y Bayern. Las semejanzas entre Simeone y Mourinho cada día son más visibles. No recuerdo un equipo tan trabajado tácticamente desde el Inter de Milan que logra el triplete en 2010. Ambos conjuntos carecen de una estrella visible, pero tienen un método infalible que compensa la falta de un crack mundial: unión y trabajo. Simeone ha vuelto a reabrir el debate de la posesión infructuosa, el contragolpe y la adaptación de los jugadores a un estilo de juego. La hipocresía del menottismo. Khedira nunca va a hacer las funciones de Xavi, ni Benzema va a ser un nueve fijo al uso. Pero Ancelotti ha vuelto a reiterar que su sistema, a pesar de los malos encuentros ante Elche y Atleti, es el 4-4-2. Vamos a analizar los errores.

La ausencia de Modric en el once titular es inexplicable. Si algo funciona, como es el caso del nivel estratosférico que desarrolla el croata en el Bernabéu, mejor no tocarlo. En los primeros partidos de Liga hemos intentado buscar referencia al sistema utilizado por Ancelotti. Es difícil apreciarlo por la forma en que los rivales se le han cerrado atrás en la mayoría de encuentros, lo que obliga al desdoblamiento de los laterales y al intercambio de posiciones entre Isco, Cristiano y Benzema. Es un 4-4-2 al uso, como corroboró Ancelotti en la rueda de prensa previa al partido. Ronaldo y Karim juegan más adelantados que el resto del equipo. Por ello, en ocasiones, y por la tendencia de Cristiano de encarar desde el costado, se confundía con un 4-2-3-1. Otros me reconocían que con un 4-3-3. En definitiva, tras el tanto de Diego Costa, en un error en la entrega de Di María, el Madrid es incapaz de crear oportunidades de gol hasta que sale Morata al campo. Es una frase lapidaria. Un equipo hecho, trabajado, frente a otro que aún está buscando su estilo. Pero que debe definirlo rápido si no quiere decir adiós a la Liga en la cita del Camp Nou.

El juego del Madrid fue muy plano. Nadie se movía por dentro, ni tampoco venía ningún jugador a recibir cuando el balón estaba en posesión de Illarra o Khedira, sino que el encuentro definía la impotencia de los blancos ante el entramado táctico de Simeone. Pepe y Sergio Ramos han debido dar más pases hoy entre ellos que en tres temporadas con Mourinho. Y, además, se encuentra Ancelotti con la problemática de Di María y Bale. Jugadores zurdos naturales incapaces de driblar en un palmo de terreno y poner centros con la derecha para buscar la sorpresa de la línea defensiva rival. Aparte de eso, Cristiano y Bale siempre tenían que regatear de cara a mínimo dos rivales, lo cual complicaba la empresa ante la evidente tendencia de buscar la diagonal hacia dentro. Simeone tenía el partido muy bien trabajado; el esfuerzo físico para realizar esta tarea de dobles ayudas fue impresionante, con una movilidad de todo el equipo para bascular de un lado a otro sin dejar un mínimo resquicio al Madrid. 

A pesar del encuentro nefasto de los de Ancelotti, el Madrid pudo empatar casi al final con un remate acrobático de Morata que despeja Courtois. Bien es cierto que Diego López permite al Madrid llegar con opciones a los últimos minutos. Hay que dar la enhorabuena al Atleti por el encuentro. La capacidad para jugar de espaldas por parte de Arda y Diego Costa es admirable, lo que unido a la solidaridad de todos los jugadores permitieron la proeza de dejar al Madrid desconectado en su propio estadio. Con este triunfo son cinco los puntos de ventaja de colchoneros y culés en un arranque liguero sorprendente, en el que también tiene que ver el gran nivel físico derivado de la lucha por la Supercopa de España. Recuperar cinco puntos es fácil; lo complicado es que Ancelotti arme el equipo para la importantes citas ante la Juve y el Barça que aparecen ya en el horizonte.

Real Madrid 0-1 Atlético de Madrid (Diego Costa)

Diego López (7); Arbeloa (4), Pepe (5), Ramos (5), Coentrao (6); Illarra (5), Khedira (5), Di María (4), Isco (4); Cristiano Ronaldo (4) y  Benzema (4) || Modric (5), Bale (5) y Morata (6).

Mejor jugador del partido: Koke.

26 de septiembre de 2013

Cristiano, Muñiz y Arbeloa, protagonistas en Elche

    Cristiano celebra con rabia el primer tanto del partido, anoche, al transformar un libre directo.

Sólo valía ganar. Así de simple: un tropiezo hoy ante el Elche equivalía a dejarte media Liga en caso de tampoco derrotar al Atlético de Madrid el sábado. La presión estaba de lado del Madrid, que en un alto porcentaje siempre juega después de su rival directo (ya sea por partido condicionado de Champions, por petición del club o -lo desconozco- por imposición de la LFP). Pero la importancia del partido viene condicionada por el pleno de Barça y Atleti. Tampoco se han enfrentado a rivales de entidad, como el Madrid, aunque uno mira los equipos de la Liga BBVA y no vislumbra ni una sola alternativa para realizar una gran campaña. Vamos a la de anoche. Lo positivo: victoria, sigue la estela del Barça y la recuperación de Coentrao. Nada más. Quizá la mejoría de Pepe, que se le ve con más dinamismo. Mourinho debe pensar que el portugués y Di María son jugadores diferentes a los que entrenó la temporada pasada. En definitiva, el Madrid ganó a última hora con el show de Muñiz Fernández, que ya la lió en el último Barça-Sevilla, en una jugada en la que Pepe tira de librillo del que le gusta a Piqué y compañía. El Madrid vuelve a ganar tiempo para encontrar una idea de juego, pero en el horizonte tiene a un Atleti que sí sabe a lo que juega desde que llegó 'El Cholo'.

Los problemas del Madrid para atacar en estático fueron una losa infranqueable durante todo el partido. Una posesión infructuosa del 70% durante el primer tiempo, donde el Madrid sólo tuvo una ocasión clara de gol en las botas de Di María. Mérito del Elche también, que dejó al conjunto de Ancelotti sin ideas, frenando, casi siempre con falta, cualquier intento de encarar tras recibir de espalda al marco. Modric e Isco por el centro encontraban soluciones en los primeros minutos; mientras que Coentrao y Arbeloa percutían por su banda, aunque sin éxito en el caso del portugués al estar varias veces en posición antirreglamentaria. El conjunto de Ancelotti padecía  los mismos defectos que el tiquitaca guardiolesco en sus peores citas. Este equipo necesita encontrar poco a poco su identidad; le pasa como al Barça del Tata, que tras reírse literalmente del Rayo de Paco Jémez al ver como sus laterales pretendían emular la salida de balón desde atrás como en tiempos de Rijkaard y Guardiola, también prueba la salida al contragolpe. Debes poseer un estilo acorde a las características de tus jugadores. Pierdes un recurso incalculable con Messi y Neymar de estiletes; más aún si juegas sin un nueve fijo.

Volvemos a Elche. Es casi una obviedad afirmar que si el Madrid no marca hoy a balón parado, pierde. No generó nada hasta el tanto de Cristiano de libre directo. La reacción tras el gol es uno de los síntomas que evidencian que todavía el equipo se encuentra en fase de construcción. Uno de los argumentos negativos sobre el fútbol de Mourinho era ése: dar un paso atrás con el marcador a favor. Es decir, ceder la iniciativa al rival. La diferencia es que aquel equipo lo hacía como un mecanismo casi involuntario, y además con un argumento de peso, que era el contragolpe. Me atacas, te sentencio; me golpeas, te tiro a la lona. El conjunto de Escribá no fue a la desesperada. Tácticamente impoluto, fue ganando terreno poco a poco sin dejar desprotegida la retaguardia. El gol del empate es una jugada perfecta, con muchísima fortuna. Era el fin. El Madrid se dejaba mucho más que dos puntos.

En un forcejeo entre Pepe y Carlos Sánchez, con el tiempo ya cumplido, Muñiz señala penalti. Nada: simple forcejeo en el que Pepe agarra y arrastra al defensor hacia el suelo. Cristiano anota de nuevo desde los once metros. Como podemos apreciar en la imagen, la polémica siguió en Twitter. Arbeloa ejerce como jefe del vestuario ante la enésima referencia de Piqué al Madrid (financiación de Bakia) y, con humor, le responde. Me parece correcto. Qué tiempos aquellos en los que sí importaba el buen ambiente de la Selección. Culpa de Mourinho como tópico nacional. Cuando hablan Xavi y Piqué sobre árbitros y el juego del Madrid, miramos para otro lado; si es Arbeloa, indignación popular. Marca España.


Elche 1-2 Real Madrid (Boakye; Cristiano Ronaldo -2-)

Diego López (7); Arbeloa (7), Pepe (8), Ramos (5,5), Coentrao (6,5); Modric (7), Khedira (6); Di María (6), Isco (6), Cristiano Ronaldo (8,5); Benzema (5) || Illarra (5), Carvajal (5), Morata (-).

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo.

23 de septiembre de 2013

Tridente improvisado de Ancelotti

Pepe, Isco y Cristiano -por partida doble-, autores de los tantos en la victoria ante el Getafe.

Con la mirada puesta en la Asamblea General del club, donde Florentino volvió a ser respaldado por una mayoría abrumadora de la masa social, todos esperábamos el debut de Bale en el Santiago Bernabéu. Tendrá que esperar. El galés, por precacuión, no quiso forzar al notar molestias en el calentamiento. Lo que era una prueba para calibrar el cambio de posición de Bale en una línea con Cristiano o Di María de posibles enganches, debido a la suplencia de Isco, se convirtió en la mejor noticia de este arranque de temporada: el tridente Di María -Isco - Cristiano funciona a la perfección. Y, aunque parezca mentira, para mí Cristiano es el que menos está brillando de los anteriormente citados. La irrupción de Illarra y el buen papel de Nacho en su posición natural, el otro titular destacado de un encuentro marcado de nuevo por la polémica en torno a la figura de Karim Benzema. Pero siempre es bueno tener un capitán como Álvaro Arbeloa.

El Madrid no se podía permitir un un nuevo despiste; tras las victorias de Barça y Atlético, otro tropiezo supondría remar demasiado en una Liga que penaliza el fallo de manera sangrante. La ausencia de Casillas dejó aparcada por un día la extrema competencia y rivalidad con Diego López, ya que la presión sometida al portero gallego se ha extralimitado en el comienzo de esta temporada. Mientras tanto, el Getafe se adelantaba en el marcador a los cinco minutos en un error colectivo tras una pérdida de balón de Cristiano. El disparo de Lafita lo desvía fortuitamente Pepe. Tras unos minutos de duda, con Illarra y Khedira demasiado en paralelo, el de Motrico empezó a generar juego ante un rival que iba a dejar pocos espacios. Los problemas del Madrid en estático quedaron en un segundo plano debido a los errores del Getafe en las jugadas a balón parado. Dos faltas laterales botadas por Di María fueron rematadas sin oposición por Cristiano; y en una de ellas, Pepe pone el empate tras rechazar Moyá un disparo del recientemente renovado. Unas manos de Míchel permitieron a Cristiano encarrilar el partido desde el punto de penalti.

Acostumbrados a las exhibiciones goleadores de Ronaldo, queda en un segundo plano cuando su acierto disminuye o aparecen actores secundarios que nadie esperaba a estas alturas de la película. Hablamos de Isco y Di María. El desparpajo del malagueño, como apuntábamos tras confirmarse su llegada, sobrepasa todas las expectativas. Posee el control y la pausa del mejor Sneijder, detalles técnicos que recuerdan -salvando las distancias- a Zidane, además de una facilidad goleadora que ha hecho olvidar a los más nostálgicos de Mesut Özil en sólo cinco encuentros. Y qué decir de Di María. Se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su exhibición física ante el Getafe es más underground por mantener las medias en su sitio, ya que hoy Gordillo hubiese perdido literalmente hasta las botas. Apareció siempre entre líneas, hizo coberturas constantes en defensa, bajó a recibir. Cuando estás en un pico de forma y te salen bien las cosas, parece que juegas a otro deporte distinto que el resto.

El colofón del partido, golazo de Isco y Cristiano aparte, fue el milagro que consiguió Álvaro Arbeloa. Todos los presentes en el Bernabéu esperaban una sonora pitada al delantero francés por su terrible falta de gol; sin embargo, Arbeloa pidió al público que animase a Benzema tras un fallo clamoroso. Resultado: los pitos se tornaron aplausos cuando Karim fue sustituido por Morata. Detalles nimios que cambian la química de un vestuario y mejoran una relación enquistada. Para terminar, es preciso destacar el debut de Illarra en el Bernabéu. Es la copia física y futbolística de Xabi. Abarca más espacio desde el pivote, aunque de momento no se ha prodigado en el desplazamiento en largo. Grandísima noticia. El arranque liguero es de notable alto. Aún es pronto para valorar nada; lo importante para el conjunto de Ancelotti a estas alturas es no perder la estela del Barça.

Real Madrid 4-1 Getafe (Cristiano Ronaldo -2-, Pepe, Isco/Lafita)

Diego López (6); Carvajal (7), Pepe (7,5), Nacho (7), Arbeloa (6); Illarra (8), Khedira (6); Di María (8,5), Isco (9), Cristiano Ronaldo (8,5); Benzema (4) || Modric (5,5), Morata (5), Jesé (5,5).

Mejor jugador del partido: Isco.

18 de septiembre de 2013

Estreno perfecto con goleada engañosa

Cristiano Ronaldo celebra uno de los tres tantos que anotó, ayer, ante el Galatasaray en Estambul.

Pocos reproches se le pueden poner a un equipo cuando barre al rival, de una forma tan clara, fuera de casa en Europa. El Madrid de Ancelotti sigue sin definirse en un modelo visible. No obstante, llevamos pocos encuentros para valorar algo con coherencia. Pero hay un hecho demoledor: el contragolpe heredado del mourinhismo va a seguir siendo un valor incalculable. Por establecer comparaciones, es preciso decir que este Madrid defiende peor sin balón que los dos primeros años de Mourinho. Aunque hay dos factores diferenciales respecto al año pasado: la magia de Diego López y las apariciones fulgurantes de Isco. Dos acciones que generan, a la postre, la posibilidad de que el Madrid destroce al Galatasaray en la segunda mitad. El Madrid carecía de ello en buena parte de la temporada pasada. Y aún falta por aclopar a Bale. Es compresible ser optimista. Analizamos brevemente:

:: Cuarto milenio. Iker Jiménez tiene material de sobra para estrenar un nuevo programa sobre su tocayo. En una nueva acción fortuita, Sergio Ramos golpea con el brazo la zona intercostal de Casillas. Un golpe muy doloroso, que precisa de un reposo absoluto durante, al menos, dos semanas. Estará en el segundo encuentro de Champions si sólo hay fisura. Es importante que no pierda la confianza tras las lesiones en diversas salidas, porque salir del área con miedo puede ser contraproducente. Su sustituto en Europa, Diego López, se volvió a lucir con un par de paradas dignas de su actuación en Manchester.

:: Dos jugadas que cambian un encuentro. Con 0-0 en el eléctronico y el Galatasary dominando la posesión de balón, un testarazo impecable de Felipe Melo fue detenido con unos reflejos felinos de Diego López. La parada de lo que lo que llevamos de temporada. Posteriormente, un centro en largo medido de Di María lo controla Isco con maestría, se deshace del deficiente Eboue y bate con un disparo raso a Muslera. Cluth player. Al igual que ante el Betis y el Athletic, Isco aparece en el momento oportuno para encarrillar el partido para los blancos.

:: El gato europeo.  Mientras los nostálgicos de Higuaín (8 goles en Champions) y ávidos de las ganas de Morata -como argumento futbolístico- critican a Benzema, el francés vuelve a responder en el escenario donde destacan los jugadores diferenciales. Sus números en Champions desnudan las vergüenzas de muchos. Evidentemente, el Bernabéu le volverá a pitar el domingo por no realizar la presión demagógica de rigor ante un defensor del Getafe. Perfecto. Si Benzema tuviera la sangre de Hierro y mantuviese su calidad sería Balón de Oro. Pero, tras cuatro años, ya sabemos cómo es la personalidad del francés. Aunque bien es cierto que la presión del Bernabéu hizo que Cristiano corriera para atrás; pero si lo logra con Benzema, habría que dedicarse a disfrutar del curling.

:: Di María le envía un mensaje a Özil.  Recuperar a Di María para la causa es una gran noticia. No la mejor, porque el caso de Isco va aparte. "Hay jugadores que han respondido con fuerza y ganas de pelear. No todos reaccionaron igual. Di María respondió y quiso pelear (...) Özil decidió marcharse". Pues eso dijo Zidane. Ancelotti, tras la decisión de alinear a Bale e Illarra en Villarreal sin ritmo competitivo, dio la confianza necesaria al argentino por delante de un jugador de la clase de Bale. Participa de manera directa en los tres primeros goles del equipo, con el plus del trabajo físico que te aporta en cada encuentro. Mensaje con destino Londres.

:: La semana de Cristiano. Semana perfecta para el astro portugués. Tras firmar su vinculación con el club blanco hasta 2018 el pasado domingo, cierra el encuentro con un gol antológico ante un equipo ya entregado. Hat trick y asistencia para Benzema en el quinto. Cuando lo bueno sale barato; cuando la meritocracia se premia con un contrato acorde al rendimiento excepcional del futbolista, poco más hay que añadir.

Galatasaray 1-6 Real Madrid (Bulut/ Isco, Benzema -2- y Cristiano Ronaldo -3-)

Casillas (-); Carvajal (7), Pepe (6), Ramos (5), Arbeloa (5); Khedira (5), Modric (7); Di María (8,5), Isco (8), Cristiano Ronaldo (9); Benzema (8,5) || Diego López (8), Illarra (5), Bale (5,5).

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo.

15 de septiembre de 2013

Las primeras dudas de Ancelotti

Diego López, el más destacado del Madrid en Villarreal.

Cada partido del Madrid tras un parón por nuestra querida Roja -ésa en la que Del Bosque se dedica a dar lecciones morales sobre la portería a los demás técnicos, cuando él fue el primero en limpiar a Casillas de la titularidad-, se convierte desde hace tiempo en toda una calamidad para el conjunto blanco. El excepcional encuentro del Villarreal y de Diego López eclipsaron, en parte, el debut de Gareth Bale. Las bajas en defensa fueron notables, aunque camuflarlas de excusa es poco alentador tras la superioridad amarilla en el centro del campo (Bruno, Trigueros y Cani). Las paradas de Diego López, que sorprendentemente será suplente en la Champions esta temporada -en una decisión que ahora explicaremos, aunque generará debate-, evitaron males mayores. La victoria del Barcelona ante el Sevilla complica las cosas; sobre todo al ver el tanto anulado a Juan Cala, en una decisión que Muñíz Fernández debería reflexionar un par de meses en la nevera.

Uno de las grandes dudas de Ancelotti va a ser la posición de Bale. Como vemos en el gráfico, la influencia del galés en el campo con Harry Redknapp está concentrada en el costado izquierdo. En la última temporada, ya con Villas-Boas, disputó muchos partidos detrás del punta o pegado a la banda derecha. Al igual que Di María, casi nunca llega a poner un centro hasta la línea de fondo; utiliza siempre el recorte y el centro a pierna cambiada, harto conocido en el jugador argentino. Hoy le vimos desubicado en la zona derecha. Su gol, curiosamente, llega tras arrancar la jugada desde la izquierda, con el espacio libre en el otro lado para la subida de un incisivo Carvajal. ¿Soluciones? La alternancia. Cristiano y Bale deben intercambiar posiciones durante el transcurso del encuentro. El portugués puede generar más juego desde la derecha y solucionar, en parte, la lacra en esa posición a la hora de encarar y centrar hasta la línea de fondo. Y Bale, en su lado natural, ya sabemos de lo que es capaz. El misterio es Benzema, que veremos cómo le afecta este entramado táctico. La mención a la parcela defensiva sólo debe ser en el plano negativo, de manera deficiente en el caso de Nacho -único remedio con las bajas- y de Pepe, que la sombra de Varane cada partido le acecha de una forma más prolongada.


Al Villarreal hay que darle su mérito. Bruno, Trigueros y Cani combinaron de manera brillante; quizá fueron los peores minutos del Madrid desde Dortmund, donde vimos otra superioridad similar del centro del campo rival en línea de tres cuartos. Isco vino a recibir más atrás y el Madrid mejoró. En un contragolpe, iniciado por el malagueño, Cristiano parecía sentenciar el partido en una jugada de fortuna. Pero el motivo principal de que el Madrid salga con un punto de Villarreal es, sin duda, Diego López. El portero gallegó realizó tres intervenciones de un mérito enorme; quizá pudo hacer más en el tanto de Giovani, aunque Carvajal llega tarde a cubrir su costado tras la primera parada a Cani. La decisión de Ancelotti sobre la titularidad de Casillas en Champions la explica bien Diego: "Hay que respetar al míster, que es quien decide y ya está. Es una decisión que toma él, hay que apoyar siempre al compañero que va a jugar, en este caso a Iker". Las palabras de Ancelotti generan dudas por el famoso 'así está el tema más tranquilo'. Con la titularidad de Iker en Europa evitas dos situaciones: la posible marcha del portero a un equipo puntero de Europa en el mercado de invierno y cierras el debate -que perjudica al equipo- hasta el final de la temporada. Como dijo Justino Sinova, sobre el tema de las portería del Real Madrid nos falta información para poder opinar con fundamento.

Villarreal 2-2 Real Madrid. (Cani y Giovani; Bale y Cristiano)

Diego López (8); Carvajal (6), Pepe (3), Ramos (6), Nacho (3); Illarra (6), Modric (5); Bale (6), Isco (6,5), Cristiano (6); Benzema (4). || Di María (5), Khedira (5), Morata (-).

Mejor jugador del partido: Cani

1 de septiembre de 2013

Modric dirige, Isco ejecuta

  Luka Modric estuvo a un nivel excelso en el encuentro de esta mañana en el Santiago Bernabéu.

Tres de tres. El Madrid de Carlo Ancelotti, inmerso en una semana agotadora por el continuo debate sobre Iker Casillas y la oficialidad del fichaje de Bale, ha dado esta mañana su mejor versión en lo que llevamos de campeonato doméstico. Tras el desorden táctico acontecido ante el Betis, con dos laterales tan ofensivos como Carvajal y Marcelo, más el añadido de la débil presión de Özil, el técnico italiano ha apostado por el trabajo y la solvencia. Álvaro Arbeloa y Di María son dos claros ejemplos de eficiencia en la transición defensiva del conjunto blanco. Ancelotti adelantó a Isco y, a diferencia de Granada, Khedira acompañó a Modric en el centro del campo. Aunque hoy era prácticamente irrelevante el compañero del croata, ya que él se bastó solo para dirigir, cortar y desplegar toda su fantasía para deleite de todo el público presente en el Bernabéu, que le dedicaba una sonora ovación cada vez que tocaba el esférico. Como apuntábamos el día del Betis, lo importante de este inicio de temporada es que estamos ante el Madrid de Luka Modric.

Disfruto con los partido a las 12:00. Quizá sea que la luz solar nos evoca al fútbol de hace diez años, cuando aún se podía ver un partido del Madrid a las 16:00 o 17:00 de la tarde, o a algo parecido a ese espectáculo de competición llamada Premier League. No lo sé. También es cierto que cada encuentro disputado en este horario termina con una exhibición del conjunto blanco, como el curso pasado ante Osasuna y Sevilla (7-1 y 3-0 respectivamente). Hoy llegaba a Madrid un Athletic liberado de la influencia de Bielsa, que puso en aprietos a los blancos hasta el escanso. Al Madrid le costó arrancar con desmarques frustrados y controles que se perdían entre las piernas de un Cristiano desubicado en posiciones centrales al ataque. Para sorpresa de todos, la banda derecha hoy fue más incisiva que la izquierda durante los primeros 45 minutos. Y eso es noticia. Benzema y Arbeloa, que desdobló a Di María en varias ocasiones, crearon peligro desde ese costado con paredes precisas. El extremo argentino cambiaba el guión con su conocido recorte y centro a pierna cambiada, que, debido al gran estado de forma en el que se encuentra, es más imprevisible para la defensa rival.

Benzema no corre ni presiona; crea fútbol. Una habilidad que el público infravalora si la primera premisa desaparece. Por eso Raúl González en su día era el más aplaudido: las carreras demagógicas por luchar un balón imposible te arreglaban partidos nefastos de cara al Bernabéu. Pero hoy no era el caso del argentino, que completó un gran encuentro. Hablábamos de Benzema. El francés filtró un pase imposible cuando a todos se le apagan las luces para que Isco, con toda la tranquilidad del mundo, batiese al guardameta sin oposición. No presiona y tiene sangre fría, sí, pero Karim vuelve a ser clave para abrir el marcador. Y vuelvo a recalcar lo del delantero por los injustos pitos que hoy volvió a sufrir. Aunque, para mi sorpresa, el que ha estado muy inteligente de cara al público ha sido Carlo. Y más con el asunto de la portería por el medio. Muy bien visto. El Madrid encarriló el partido al filo del descanso gracias a  un cabezazo de Cristiano tras un falta lateral ejecutada por Di María. A partir de ese momento, el portugués se quitó la presión de encima por la ausencia del gol y jugó a un gran nivel el resto del encuentro.

'Inventa Lukita', tuiteaba siempre el malogrado Juanan, en una sentencia que quedará para la posteridad como el símbolo de los primeros fans del jugador croata. Esto es necesario recordarlo para aquellos que dudaban del buen hacer de Luka, con el fin de recalcar los tópicos piperos de 'como Modric hay diez en la cantera', 'Cazorla le da mil vueltas' y un largo etcétera. Aunque quizá la palma se la lleven los ávidos lectores de Marca. El recital del croata es para visionarlo desde el sofá una y otra vez. No es solo la facilidad para construir juego y dirigir al equipo, sino que es capaz de cubrir espacios y recuperar balones únicamente con un excepcional posicionamiento táctico.

Isco cerró el encuentro en una nueva asociación con Benzema. El malagueño dio también una exhibición de controles orientados para generar ventajas, además de su ya sabida capacidad para llegar desde la segunda línea y sorprender al rival. Tres de tres. A la espera de Bale y la reincoporación de Varane, este equipo cada día está mejor trabajado.

Real Madrid 3-1 Athletic Bilbao (Isco (2) y Cristiano/ Ibai).

Diego López (6); Arbeloa (7,5), Pepe (7), Marcelo (6,5), Ramos (6,5); Modric (9,5), Khedira (5,5); Di María (8), Isco (9), Cristiano Ronaldo (8,5); Benzema (7) || Casemiro (5), Jesé (5), Carvajal (-).

Mejor jugador del partido: Luka Modric.