10 de octubre de 2011

Informe Mourinho (II): Un estilo incomprendido y malinterpretado


Un artículo de Carlos Cervera, editor de 'Football Review'.
 
En los equipos del portugués, términos como el orden, la cohesión, el trabajo o el equilibrio han derivado equivocadamente en tacañería y defensa. La mala interpretación de sus principios básicos, aquellos en los que se cimientan sus conjuntos, han promovido una concepción errónea de su estilo de juego.

Una cosa es ser organizado, y otra ser defensivo”, afirmó el portugués. Son términos muy distintos que generan gran confusión. Cuando te adjuntan un calificativo es complejo quitártelo. Mourinho, convencido de su trabajo y de sus decisiones, se ha inclinado por no guerrear contra el mundo sobre su estilo de juego, y se centra sólo en su cometido.

En Stamford Bridge el técnico instauró sus fundamentos en cuanto aterrizó. Makelele y Essien aglomeraban una extraordinaria supremacía en los quehaceres defensivos del mediocampo, la defensa era sólida y contundente, y el equipo se replegaba cuando dominaba en el marcador. En cuestión de semanas comenzamos a ver un conjunto compacto y que jugaba de memoria: “Mi equipo ideal es aquel en el que, en cualquier momento y en cualquier situación, todos los jugadores discurren de la misma manera”.

¿Juego defensivo?, ¿juego aburrido? Lo contrario. Se convirtió en el conjunto con mejor dominio táctico y control de los tiempos. Con dinámicas transiciones en pocos toques movían el esférico de una a otra área. Multiplicaban las llegadas al área de sus rivales y sus estadísticas eran formidables. La velocidad de juego era impresionante. Contraataques al primer toque, rápidos, dañinos y peligrosos. Además, jugaba con tres delanteros: dos extremos y Drogba en el centro. Mourinho no es defensivo, tampoco ofensivo. Simplemente trata de obtener el máximo rendimiento de su equipo. Esta es la principal función de un entrenador. Se adecúa a los jugadores que tiene y en función de ello hace funcionar su máquina: “Un entrenador tiene que adaptarse al estilo del equipo y de jugadores que tiene“.


Cuando debe ser ofensivo, se convierte en un técnico atrevido; cuando las circunstancias exigen una mejora defensiva, el portugués refuerza la retaguardia. No tiene ningún inconveniente en cambiar un central por un delantero y viceversa. Ganar justifica los medios.

Me preguntan cuál es el estilo de Mourinho. Os digo que Mourinho no tiene estilo, que el estilo de Mourinho consiste en ajustarse al contexto“.

Con su llegada al Internazionale convirtió a un equipo ramplón en otro compacto y equilibrado. En dos años cambió la identidad de un club que se encontraba a la deriva en Europa. En la delantera siempre alineó a tres futbolistas, con Samuel Eto’o pegado a la derecha. Muchos justificaban con ello la ‘tacañería’ y el ‘estilo defensivo’. ¿Cómo va a dejar a los tres atacantes sin ninguna tarea defensiva? Sería correr muchos riesgos.

Quien dice que los jugadores más creativos deben estar liberados de tareas defensivas no entiende nada de fútbol. Los once jugadores deben entender qué hacer en posesión del balón y qué hacer cuando el adversario tiene el esférico“.

El ‘míster’ pretendía explotar la velocidad del camerunés. Sin embargo, uno de ellos debía secundar a los centrocampistas y a Maicon, y Eto’o es el que tiene un mayor despliegue físico. Una decisión táctica lógica y comprensible. Otra más. Otra de muchas.

5 comentarios:

  1. ¿A alguno le suena los goles de Gudjhonsen y Duff?

    Los mentecatos de la prensa deportiva lo único que hicieron es atacar a un entrenador, Mou, y un equipo,Inter, por no dejarse violar por el Barcelona.

    Queda muy bonito que el rival se abra de piernas. Aquel Inter, para desgracia de muchos, hizo historia con aquel triplete. Con la dificultad añadir de imponerse al mejor Barcelona de la historia.

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  2. En mi opinión eso no es un estilo de fútbol, es una manera de defenderse y contraatacar. Vamos, para equipos pequeños. La prueba es que, con los jugadorazos que tiene, a este Madrid le cuesta Dios y ayuda atacar defensas que se cierran, lo que indica que se entrena la defensa y el contraataque, no el ataque. Y eso es un pecado mortal teniendo como tiene jugadores que saben jugar. Conclusión: no es entrenador para el Madrid. Y eso por no hablar de lo peor de su estilo: el victimismo pendenciero, como si fuera un entrenador del Barça de Gaspart.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo. Le diría al anónimo de las 19:38 que la media goleadora que lleva el Real Madrid no tiene parangón. Por tanto yo te preguntaría ¿en que consiste el fútbol ofensivo? ¿Cual es su fin?.

    Otra cosa sería hablar (más de lo que se habla es imposible) de sus declaraciones y comportamientos. Ahí, como todos, tiene sus luces y sus sombras, aunque permanentemente la mayoría obvien las luces y ennegrezcan las sombras hasta hacerlas parecer super agujeros negros.

    No deja a nadie indiferente. Eso es obvio. Y mientras, lo primero que dijo cuando llegó: "No me importa que hablen de mi, mientras dejen a mis jugadores tranquilos" sigue en plena vigencia.

    Un saludo desde Todo Real Madrid. En el que la última entrada es sobre el dedazo y sus luces y sombras.

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  4. El fin del fútbol ofensivo es por supuesto ganar, pero no de cualquier manera, sino haciendo disfrutar. Evidentemente, no hay una única manera, sirve el control y sirve la rapidez (mejor las juntas), pero lo que distingue a los equipos grandes de cualquier época (por ejemplo, al Madrid de casi siempre) es salir al campo con el deseo de dominar, de jugar en campo contrario, de buscar el gol en todo momento. Y pensar en qué hacer con el esférico, no como pasa ahora que cuando se recupera un balón, la consigna parece a menudo patapum p'arriba sin mirar. Eso no es fútbol. Fútbol es Puskas, Di Stefano, Raúl o Zidane, no correcaminos y picapedreros.

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