27 de octubre de 2007

La sombra de Florentino

Ayer me quedé bastante sorprendido al leer entre líneas el artículo de Matallanas publicado en Marca. En él mismo decía que Florentino Pérez podría volver a presentarse de cara a las próximas elecciones.

Por su evidente interés reproduzco a continuación el siguiente artículo de Qbit sobre el mandato de Florentino Pérez:


En todo club de fútbol, hay que considerar la gestión económica y la deportiva. La primera es la infraestructura sobre la que se apoya la segunda. Por eso, una buena gestión económica es condición necesaria, pero no suficiente, para calificar como buena la gestión de un club de fútbol, pues dicha gestión económica tiene como objetivo real y último, además de mantener la supervivencia del club, facilitar la consecución de éxitos deportivos, tanto en la sección de fútbol como en la de baloncesto, en el caso del Real Madrid.


1. Gestión económica.


El consenso general, tanto de aficionados y socios como de periodistas, es que la gestión económica de Florentino Pérez ha sido muy buena, liquidando la deuda del club, aumentando la capacidad para generar ingresos, al difundir la marca del Real Madrid por todo el mundo, y construyendo una nueva ciudad deportiva.

2. Gestión deportiva.

En lo referente a la gestión deportiva, hay que distinguir entre la sección de fútbol y la de baloncesto.

2a. Fútbol.

En la sección de fútbol, Florentino implantó su idea de “Zidanes y Pavones”, fichando a un futbolista superfamoso cada año. El primero de ellos, Figo, contribuyó al desmoronamiento del Barcelona. Esta estrategia de gestión deportiva pareció funcionar los primeros años, pero en realidad los éxitos conseguidos se debieron a la herencia recibida de su antecesor en el cargo: un equipo campeón de Europa, al que le vinieron muy bien los fichajes de estos futbolistas superfamosos como refuerzos.

Sin embargo, tras los 3 primeros años, según se iba disipando poco a poco la herencia recibida, quedó patente que las necesidades de un equipo no se podían satisfacer con un sólo fichaje anual más la incorporación de futbolistas de la cantera para los demás puestos, por lo que quedó al descubierto el nulo valor de la idea de “Zidanes y Pavones”, haciendo que el Real Madrid fuera perdiendo categoría futbolística de manera progresiva y alarmante.

La cantera del Real Madrid siempre ha producido grandes talentos, pero esos talentos surgen de manera imprevisible, no a voluntad en el puesto deseado. Es decir, no porque el equipo necesite, por ejemplo, un defensa central, va a poder ser encontrado uno de garantías en la cantera. En la cantera, quizá encontremos a un delantero centro de garantías en ese momento, o un lateral derecho, pero no tiene porqué existir el defensa central necesitado. Este es un claro ejemplo de porqué la idea de “Zidanes y Pavones” era estúpida y condenada al fracaso, y el no entender esto, demuestra un gran desconocimiento del fútbol.

Desconocimiento futbolístico que ya mostró Florentino Pérez en su primer asalto a la presidencia del club en un debate televisado por Telemadrid. Si tras tantos años de afición al fútbol, no había aprendido mucho, no había motivos para pensar que fuera a aprender después. Esas elecciones las perdió, pero años más tarde, la ruinosa gestión de Lorenzo Sanz terminaría por darle el triunfo. Más que ganarlas él, las perdió Lorenzo Sanz.

La gestión deportiva del Real Madrid ha incluído otros errores mayúsculos y absurdos. Algunos ejemplos claros son:

* Permitir que el centro del campo se descompensara con la marcha de Makelele, además, yéndose a un club con pretensiones de ser de los mejores de Europa, el Chelsea.

* Despedir al entrenador Vicente del Bosque cuando el equipo funcionaba perfectamente bien, contribuyendo innecesariamente a desestabilizarlo, para fichar a otro entrenador, calificado en entrevista radiofónica por Florentino, como “de perfil bajo, como Del Bosque”. El motivo del cese debe buscarse, por tanto, en asuntos extradeportivos, quizá relacionados con la “imagen” del Real Madrid o con su internacionalización (como si un entrenador de aspecto bonachón pudiera perjudicar la imagen del Real Madrid en cualquier parte del mundo, suponiendo que fuera ese el motivo del cese).

Este ejemplo es el más claro de la descapitalización de técnicos futbolísticos en el club, que afecta no sólo al cargo de entrenador del primer equipo, sino a la cantera (Vicente del Bosque probablemente ha sido responsable del descubrimiento de muchos canteranos).

* No contratar a jugadores ya consolidados, con futuro, para cubrir puestos necesitados y de precio no excesivo, permitiendo que otros clubes competidores y con menor capacidad económica los consiguieran, ganando categoría futbolística a nuestra costa.

Que simples aficionados podamos mencionar claros errores que habríamos evitado en el momento oportuno, demuestra una grave incompetencia en el club en este sentido.

* Las giras mundiales en pretemporada, denunciadas por entrenadores neutrales como contraproducentes para la preparación del equipo. Esto provoca comenzar la liga nacional en un estado de forma física por debajo de lo habitual en esas fechas en otros equipos, con la normal pérdida de puntos, decisivos en la clasificación final liguera.

2b. Baloncesto.

En la sección de baloncesto, Florentino Pérez no se encontró con ningún equipazo heredado de su antecesor, cuyos éxitos pudieran enmascarar el valor de su aportación en la gestión deportiva. El equipo de baloncesto era mediocre y siguió siéndolo bajo su mandato. La excepción, afortunadamente, fue la temporada pasada, en la que se contrató un entrenador de prestigio y grandes jugadores, ganando la liga contra el subcampeón de Europa. Sin embargo, esta temporada parece que hemos vuelto a las andadas.

Por lo tanto, mala gestión deportiva.

3. Imagen, relaciones públicas, trato al madridismo.

Es de menor importancia que la gestión, pero conviene valorarlo también, tanto por sí mismo como por las pistas que proporciona para conocer y entender, tanto la personalidad de Florentino Pérez, como su conocimiento y aptitud para gestionar el club.

Desde el primer momento, el discurso de Florentino Pérez se ha caracterizado por un excesivo autobombo. Los madridistas podremos estar de acuerdo o no con que somos el mejor club del mundo o con que tenemos los mejores jugadores, pero da vergüenza ajena estar oyéndolo continuamente en cada aparición pública. Además, la atención que el público le presta en una entrevista televisiva o radiofónica no es para recibir semejantes dosis de autoelogios, sino para obtener información sobre la marcha del club y su gestión. En realidad, el auténtico objetivo de Florentino con este comportamiento, es el de desviar la atención y evitar responder ciertas preguntas de su entrevistador, tratando al público de una manera infantil, y por lo tanto, irrespetuosa. Esta actitud es más cercana al comportamiento de un político que al de un presidente de un club de fútbol “clásico”.

Pienso que el empeño en globalizar el club, ha venido acompañado de una pérdida de identidad, que ha sido contraproducente. Detalles como despedir a empleados con una larguísima carrera en el Real Madrid (Del Bosque y otros), han contribuído a ello.

La fama mundial del Real Madrid ya existía antes de Florentino, y se debía a su éxito deportivo. La mejor manera de aumentarla es potenciando el éxito deportivo, y no transformando el club en un circo.

El Real Madrid siempre ha tenido a buena parte de los mejores futbolistas del mundo. Por eso, llamar a los futbolistas fichados por Florentino “galácticos” ha sido un intento de dar más importancia a dichos jugadores y de imponer la idea de que sus fichajes son mejores que los fichajes que históricamente el Real Madrid ha realizado, y por tanto, una actitud despectiva y prepotente. De esto en realidad no es tan responsable Florentino como el aparato mediático (medios de comunicación) que le ha acompañado y apoyado.

4. Conclusión.

El Real Madrid no necesitaba ninguna idea extravagante y absurda (”Zidanes y Pavones”) en la que basar su gestión deportiva. El Real Madrid sólo necesitaba buena gestión económica y sentido común en lo deportivo, expresado en fichar los mejores jugadores posibles en los puestos necesitados. No se ha hecho ni en el fútbol ni en el baloncesto. Esto califica su gestión deportiva como mala, y por lo tanto, la gestión global como insuficiente. De ahí su dimisión. Que la gestión de su antecesor fuera ruinosa tiende, por simple comparación, a magnificar a Florentino, pero esto no debe llevar a atribuírle más mérito y valor del que se merece.

Yo nunca he exigido actos heroicos, sino solamente sentido común. Quiero un presidente normal. Ni un despilfarrador en lo económico ni un incompetente en lo deportivo. Alguien que emplee una correcta gestión económica para realizar una gran gestión deportiva.

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