24 de octubre de 2007
Robinho responde en el césped
Robinho había cumplido con creces fuera del campo, y tanto, hoy le ha tocado el día de demostrarlo en donde nos importa, en el terreno de juego y ante su público. 2 goles suyos certificaron la remontada y la victoria del conjunto blanco ante el Olympiakos.
Victoria sufrida del Madrid ante un Olympiakos bastante más batallador de lo que se preveía. Y eso que la cosa pintaba muy bien a los dos minutos, al marcar Raúl el primero de la noche, empujando a placer un despeje de Nikopolidis después de un gran pase de Robinho sobre Van Nistelrooy.
El Olympiakos jugaba arriba con un sólo punta, LuaLua, bastante veloz y que dio muchos problemas a la defensa. Tantos como a Salgado, Djorjdevic entraba como Pedro por su casa, por su banda vino el empate de los griegos. Gran jugada de Djordjevic, ante la pasividad de Salgado, que culmina Galleti con un gran disparo ante el que nada pudo hacer Casillas.
En el minuto 13 Torossidis fue expulsado con roja directa al cometer falta sobre Van Nistelrooy, era el último hombre y el holandés ya se disponía a batir al portero griego. A pesar de contar con superioridad numérica el Madrid no supo como atravesar la barrera de los griegos. Guti llevaba la batuta del equipo y de sus botas salieron las mejores jugadas del equipo. Por otro lado Sneijder sigue sin aparecer, su posición real debe ser la de mediapunta por detrás del delantero, donde juega Raúl, pegado a la izquierda se desvanece.
Nada más comenzar el segundo tiempo llegó la sorpresa, en una jugada a balón parado el Olympiakos se ponía por delante al rematar el ex-madridista Julio César una falta ejecutada por Djordjevic que ponía el 1-2 en el marcador. Un Madrid con superioridad númerica no conseguía marcar al conjunto griego, pero lo recibir un gol ya era preocupante.
Schuster reaccionó a tiempo, quitó a un mediocre Salgado y sacó a Higuaín. Esa fue la clave del partido. El Madrid se volcó al ataque, Ramos pasó al lateral derecho dejando a Metzelder como único central y Robinho se pegó a la banda izquierda. A partir de ahí el Madrid levantó un poco el vuelo, hay que destacar a los laterales que fueron los mejores junto a Robinho. De uno de ellos surgió el gol del empate, centro de Ramos que remata a placer de cabeza Robinho en el segundo palo.
A partir del gol Robinho se desmelenó y recordó aquel jugador que deslumbró en Cádiz. Provocó un penalti que Van Nistelrooy mandó al limbo y culminó la remontada al rematar el tercero con un gran disparo con su pierna derecha.
Parecía ya todo decidido pero los griegos dieron el susto a balón parado, Casillas resolvió la papeleta con un paradón a Kovacevic que certificaba la victoria:
Balboa en el descuento, se estrenaba como madridista en partido oficial, puso el 4-2 en el electrónico.
Un Madrid que sigue sin convencer, con grandes rachas de juego auqnue más por la inferioridad numérica de los griegos que por propia iniciativa.
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hecho en falta algun comentario sobre el arbitraje (o "villarato")
ResponderEliminarPodías apuntarlo tu, lalecubino.
ResponderEliminarSorprendenos.
El arbitraje fue casero, pero acertó en el penalty y en la expulsión del jugador de Olympiakos.
ResponderEliminarEn el penalty tuve dudas, pero sí que era, el defensa fue muy pardillo ya que Robinho se había quedado sin ángulo.
Lo de Salgado en el campo era incxplicable, más aún, cuando Olympiacos estaba con uno menos. Djoryevic le sacó los colores en el primer gol heleno.
ResponderEliminarUn abrazo.