Gracias a Twitter y a las citas de genios como Jabois y Gistau, otro periodista
con un discurso paralelo a lo comúnmente señorial y correcto apareció
dentro de mi particular panorama deportivo.
Jorge Bustos (Madrid, 1982)
es otro individuo de la
Yihad mourinhista; término que utilizan diversos
personajes para denigrar cualquier postura ideológica/futbolística
cercana a José Mourinho. Periodista de La Gaceta, colaborador de JotDown
y tertuliano de Real Madrid TV. Nos recibe trajeado en un genuino café
madrileño, con ganas de lanzar derechazos a todas las cuestiones que le
planteamos.
Cada vez que se encuentra usted del lado de la mayoría, es tiempo de
hacer una pausa y reflexionar. ¿Aplicas la frase de Twain al periodismo, o solo
a la vida?
Hay que aplicarla a todo. Es un
lema que tengo en la biografía de Twitter, y que me recuerda que el procedimiento
de decir la verdad por medio de la democracia no es que pueda ser falible, sino
que casi siempre lo es. La masa no tiene razón casi nunca. En la dialéctica
entre masa y élite, se supone que la élite es la que está instruida, está mejor
capacitada para llegar a la verdad. Con la rebelión de las masas, diagnosticada
por Ortega, se inventa la verdad por consenso. Pero dentro del periodismo hay
una especie de coto donde se permite sacar los pies del tiesto, que es el
columnismo. El columnista tiene patente de corso para tocarle las narices al
público. El problema es que hay columnistas que no se atreven a hacerlo, y a
esos se les debería retirar la columna. Yo creo que un columnista tiene que
llevar la libertad de expresión al límite; al límite de la querella y al límite
del insulto al lector. No al insulto chusco y ofensivo sino a la función más
noble de la literatura: salir de un texto replanteándote las cosas. Haciendo la
pausa y reflexionando, como pedía Twain.
Quizá por eso sea tan divertido el mourinhismo, que sólo lo comparten
unos pocos. La masa por excelencia es antimourinhista.
Hay una especie de apelativo para
referirse al ‘mourinhismo’ con el que estoy bastante de acuerdo: madridismo
ilustrado. Si el mourinhismo fuera una caterva de incultos echando espumarajos,
o ultras que quieren revitalizar su juventud belicosa, yo no sería mourinhista.
El mourinhismo es simplemente una corriente crítica. Y lo enfrento con el
barcelonismo porque allí no existe la crítica. En el periodismo placentario que
se hace en Barcelona, lo primero que se pregunta el periodista es si lo que va
a escribir está en consonancia con lo que piensa mi pequeño país. Y creo que el
mourinhismo es todo lo contrario. Aun así, los mourinhistas harían a un flaco
favor a lo que ha traído este movimiento si degeneraran en secta. Por ejemplo:
si Cristiano Ronaldo o Benzema, que son nombres sagrados para esta corriente,
dejaran de ser eficientes, el mourinhismo debería preguntar qué pasa con estos
jugadores. La crítica siempre debe estar presente. Y eso lo veo en algunas
personas a las que sigo en Twitter: si un jugador lo hace mal, sea quien sea,
se dice. Es una generación ilustrada, con formación literaria, que antaño se
habría reunido en los cafés y ahora se encuentra en las redes sociales. Muchos
no podemos ver un partido sin el Twitter abierto. Queremos saber lo que opina
una persona sobre la jugada, qué metáfora fabulosa utiliza para describir un
gol, etcétera. Y estoy deseando que terminen los partidos para leer la verdad
de Hughes. Si el propio
Hughes accediera al establishment del periodismo deportivo nacional, como sin
duda merecería, provocaría un terremoto que sería muy divertido de atestiguar.
En resumen, el mourinhismo es una comunión de inteligencia crítica, con la
excusa de un personaje ciertamente irrepetible: José Mourinho.
En términos de Ortega y la ‘masa’, siempre has sido muy crítico con el
público del Bernabéu. ¿Ves alguna solución al problema de animación en el estadio?
No tiene ninguna solución. El
Santiago Bernabéu es un estadio burgués. Y esa fue la única verdad que dijo
Ramón Calderón, aparte de catalogar a Guti como la eterna promesa: el Bernabéu
es un palco de ópera. La gente va al Bernabéu como a una atracción turística
más. Frente a eso está la gente que siente el Real Madrid como sustituto de la
religión y cuyas ilusiones de la semana dependen del resultado de un partido.
Eso no puede entenderlo el “piperío”. Pero aspirar a britanizar el público del
Bernabéu, como he dicho en alguna tertulia de Real Madrid TV, es una utopía
irrealizable. Me hablaba David
Gistau de la época en la que la gente estaba de pie en las gradas, y ahí
había un calor, pero ya ves lo que duró. Y dentro de poco repartirán mantitas
escocesas para no pasar frío. Aunque piensa una cosa: si el mourinhismo fuera
mayoritario, perdería gran parte de su encanto.
La ovación a Silva y los pitos a Cristiano no estarán entre tus mejores
recuerdos.
(Risas). No. Critiqué en una
tertulia que se aplaudiera a Silva. Hombre, quizá lo entendería si hubiera
hecho un gran partido pero no fue ni mucho menos el caso. Y lo de pitar a
Cristiano Ronaldo es para que te retiren el abono. Es un personaje que suscita
la envidia en los tres niveles, como él dijo, que ambiciona toda persona: la
belleza, el dinero y el rendimiento profesional. Si tienes todo eso y encima al
marcar un gol te señalas el muslo y mandas tranquilizar a la grada, es el
acabóse. Intentar que la gente valore a Cristiano en perspectiva es una pelea
intelectual. Cuando nosotros tengamos 50 años diremos que le vimos jugar, y
figurará en la misma letanía que Di Stéfano, Puskas, Zidane, etc.
Hablando ya del equipo, ¿cómo valoras la llegada de un jugador como
Luka Modric?
Me acuerdo que estaba en el Bernabéu con @van_Palomaain y @Jarroson viendo el debut de Modric ante el Barcelona en la Supercopa de España. Nada más tocar el balón dio un pase de
sombrero. La verdad es que es uno de esos jugadores que tienen algo distinto,
me vas a permitir un tópico infame y cursi: Modric conecta con la grada.
Mourinho hizo bien en calmar los ánimos para no pedir más responsabilidades de
las que debe tener aún, sobre todo con un jugador que no ha hecho pretemporada.
Me alegró muchísimo su gol ante el Zaragoza y aunque realmente no hizo un gran
partido, existe una predilección afectiva inexplicable hacia el pequeño Luka.
Quizá sea por el hecho de declararse en rebeldía; un gesto que siempre ha
gustado entre los madridistas, como una chica que deja a otro por nosotros.
El Madrid no termina de encontrar su máximo nivel, ¿qué pieza o
mecanismo necesita mejorar?
No soy un experto en pizarras y
tácticas. Hay una frase genial que me dijo Hughes el día que le conocí: “Los
mejores textos de mi vida no han sido los poemas de amor a mis novias, sino lo
que tengo escrito sobre el 4-4-2”. El Real Madrid es una tensión competitiva
que Mourinho ha conseguido inocular y que, saciada con la Liga de los récords y
la victoria ante el Barcelona -fuga de Pep mediante a Nueva York para escribir
la Novela Definitiva-, se ha diluido de una forma muy comprensible. No puedes
vivir en un estado de tensión permanente por puras razones psicológicas; por
eso mismo Mourinho agita muchas veces las aguas del pantano, hace derivar de la
turbulencia la fuerza del Madrid. Es muy difícil agitar al equipo ante un
Zaragoza o demás equipos de la Liga española. El gran argumento de esta
temporada ya no es tanto el Barça sino la Champions, que empezó con un partido
memorable ante el City. Todos guardamos en la retina esa celebración de
Mourinho de rodillas sobre el césped del Bernabéu, algo intolerable para los
defensores de los valores. Pero yo, la verdad, no entiendo por qué esa imagen
no se vende en las tiendas madrileñas de souvenirs junto a los carteles de José
Tomás y los abanicos de sevillanas.
Como seguidor que eres del boxeo, ¿podrías definir, en términos pugilísticos,
el juego de Cristiano Ronaldo?
Cristiano no esperaría al cuarto
asalto. Tampoco sería un boxeador estratégico, ni mucho menos un buen
encajador. Creo que de no provocar el K.O. antes del cuarto asalto perdería en
muchas ocasiones, pero vencería en la mayoría porque lograría el knock out en
los dos primeros. Un poco como Mike Tyson.
¿Se levantará el Madrid de la lona para recuperar la distancia en Liga?
Es muy difícil que el Barça no
pinche. No olvidemos que la distancia de ocho puntos es bastante engañosa. El
Barça, de momento, tampoco convence, a pesar de que hayan hecho un arranque
liguero numéricamente bastante arrollador. Tito Vilanova sabe que la diferencia
futbolística entre ambos equipos no es la que refleja la clasificación. Dicho
lo cual, para no aburrirse del tedio de cada jornada de Liga el Madrid debe
estar fuerte en Champions. Y si el Madrid no consigue sus objetivos, y si el
Comando Txistu acaba triunfando en su voluntad de echar a Mourinho, entonces
nos deberemos mirar en el espejo y responder qué hemos aprendido. Igual nos
tocará reunirnos en salas de mourinhistas anónimos para ver qué solución
encontramos. Esperemos que la terapia no acabe en Míchel.
Para finalizar, te voy a realizar un test para definir brevemente los
siguientes términos y personajes:
::
David Gistau:
Periodista, boxeador y un amigo. Es quizá el único
periodista de éxito en España que se mantiene absolutamente independiente. Eso
es muy, muy difícil. Es capaz de dejar de acudir a una comida con un personaje
relevante de la política porque tiene entrenamiento de boxeo. Un hombre generoso,
que tiene las tres “íes” del buen periodismo: inteligencia, independencia e
ironía.
:: JotDown: Tiene una cosa muy buena. Siendo los que llevan el
proyecto de una determinada ideología, están demostrando con hechos su
verdadera fe en el pluralismo. Concepto muy fácil de predicar pero complicado de
practicar, y allí dan cabida a todo un elenco muy dispar de articulistas y
escritores. Si les sale bien el experimento de convertirse en una editorial
fuerte, a mí me gustaría figurar en ese plantel.
:: Manuel Jabois: A Manuel no hace un año que le conozco y ya le
considero un gran amigo. Tiene un corazón enorme. Yo tuve un momento difícil a
raíz de un artículo que escribí hace unos meses y recibí varias muestras de
apoyo: una de ellas fue la suya, sin apenas conocernos. Tengo con él una
extraña sensación de fraternidad. Me identifico totalmente con su estilo de
vida y en su forma ya inconfundible de columnismo es uno de mis modelos.
:: Florentino Pérez: Como presidente del Madrid ha tenido errores y
aciertos que todo el mundo conoce. Su mejor acierto ha sido dejar hacer a
Mourinho y su peor defecto, en caso de que tuviera esa intención, sería apostar
por una vuelta a la componenda del señorío y a la farsa de los valores. En el
balance general, creo que ha sido un gran presidente.
:: Boxeo: Me apunté a boxeo porque tuve una fractura de peroné
jugando al fútbol, en la pasada liga de medios, estuve parado meses y quería
recuperar la forma. Es un deporte muy auténtico, que lo practica gente que
confía al boxeo su propia educación vital. Esto es un escándalo para los
defensores del Premio Príncipe de Asturias de la amistad a Iker y Xavi. Si te
digo la verdad, ahora mismo me importa más el boxeo que el periodismo (Risas).
:: Bernabéu Digital: Creo que sois pioneros. Deseo que os vaya bien
porque vais a marcar el camino: el papel va a quedar como mero reducto. Hacer
un diario digital centrado en el Real Madrid, donde además tenéis que conseguir
mantener la independencia ante presiones sectarias, me parece una escuela
fabulosa. Y ojalá sea una cabecera que consulten los periodistas del
establishment y los directivos del Real Madrid.