Y a pesar de todo, líderes

Dije hace una semana que éramos líderes, hoy digo que somos líderes en solitario. Así se expresaba José Mourinho en rueda de prensa, tras el triunfo de su equipo en el Pizjuán por 2-6. El Real Madrid hizo gala de sus armas más mortíferas; un hándicap imposible para un Sevilla voluntarioso. Casillas, Arbeloa, Di María, Karim y Callejón son demasiados argumentos. Y eso sin contar a Cristiano, ese goleador mentiroso que tritura las porterías de España sin premio alguno para su equipo...

La victoria - como viene siendo habitual - ha sido contundente, pero no debe esconder las carencias defensivas del equipo en varios tramos del encuentro. El 4-2-3-1 es muy peligroso, demasiado. No creo que lo volvamos a ver en partido importantes (En Europa y contra el Barcelona). Sin embargo, un formidable Casillas salvó al Madrid de problemas en la primera media hora. La parada a Manu del Moral es soberbia, a la altura de la que realizó hace un par de años a Perotti, en ese mismo escenario. Antes ya había puesto su sello Cristiano. El 'goleador mentiroso' se benefició de otra asistencia maravillosa de Ángel Di María. La inclusión del argentino como enganche no se puede descartar en el futuro, una posición táctica entre líneas que Mourinho seguro tiene en mente.

Sí, voy a aclarar lo de goleador mentiroso. Viene a raíz de un reportaje de 'Público' sobre el portugués. Un escrito con datos objetivos, pero que esconde una valoración errónea: los goles de Cristiano en Liga únicamente han servido para sumar 3 puntos. Es decir, los goles de Ronaldo hoy no han valido para sumar la victoria.

El reportaje enfatiza que no es decisivo, cuando en realidad el primer gol que abre el marcador es el más importante: rompe el empate y obliga al rival a adelantar sus líneas. Cristiano es el primer jugador en toda la historia de la Liga que marca 43 goles en un mismo año. Es cierta la anomalía del portugués frente al Barcelona, pero vendernos que no es un jugador decisivo es una temeridad.

El Sevilla recibió dos golpes pugilísticos en un visto y no visto. Callejón, en otro pase de Di María, y un zapatazo de Cristiano dejaron el partido para sentencia. Con recadito incluido, claro. Ni la expulsión de Pepe sembró dudas. Las únicas señalan la incompatibilidad de Lass con Xabi Alonso en ese doble pivote. Ya lo dijo Manu Manero: Khedira es como la gorda que te deja apuntes en la universidad. Todo son risas hasta que falta un día. Pues eso. Aunque es comprensible que Mourinho premiara el buen momento de Callejón, por lo que daba lugar a mantener este sistema.

El resto del encuentro fue un maremágnum de errores, tanto del Madrid como del Sevilla. Di María nos dejó una definición de genio en el cuarto, ese golpeo con el exterior es fútbol. Los movimientos de Karim son algo más que eso. Los delanteros no sólo viven del gol: generan espacios, combinan, y hacen que el rendimiento del equipo suba un par de escalones. A día de hoy, Benzema es el mejor delantero de Europa. No tengo dudas. Y eso hay que agradecérselo a Mourinho. Confianza y paciencia, cosa que parte de aficionados y periodistas no tuvimos. 

Como bien dice el gran Sergio Friede, hacía 18 años que el Madrid no ganaba la Copa, 6 que no pasaba a cuartos de Champions y 4 que no se tomaba las uvas líder. El artífice, Mourinho.

Sevilla 2 - Real Madrid 6; Cristiano Ronaldo (3), Callejón, Di María y Altintop

Casillas (3), Arbeloa (3), Ramos (2), Pepe (1), Marcelo (1), Alonso (2), Lass (1), Di María (3), Callejón (2), Cristiano Ronaldo (3), Benzema (3), Albiol (1), Khedira (1), Altintop (1)

Mejor jugador del partido: Di María

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