Enjoy the silence

El Real Madrid ha vuelto a la senda del triunfo con una contundente victoria frente a la Real Sociedad. Miedos, fobias y un bloqueo psicológico -mucho mayor que el futbolístico- han dejado la Liga en un pañuelo tras los dos tropiezos consecutivos. La sospechosa elección de los horarios, en la que casi por norma general juega siempre el Barcelona antes que el equipo blanco, han dejado a la luz un partido de suma importancia. El Madrid ha jugado bien, con mucho sacrificio, y se ha dado un festín de goles y alegría ante un Bernabéu mucho más animado que de costumbre. El conjunto de Mourinho hoy sí ha hablado en el lugar más adecuado: el terreno de juego.

La disposición táctica de Montanier fue un auténtico suicidio: un 5-3-2, con el añadido de dejar en el banquillo a jugadores de la talla de Carlos Vela y Rubén Pardo. Mientras que el Madrid fue a tumba abierta con un ortodoxo 4-2-3-1, posicionando a Karim Benzema en la zona derecha del ataque. Son tales los recursos ofensivos del poker atacante que el dibujo es casi irrelevante. El experimento de Montanier duró poco más de cinco minutos: una internada de Benzema por el flanco derecho fue apuntillada por un excelente remate de Gonzalo Higuaín. Bravo, culpable. El resto de la primera parte fue en asedio que pudo acabar en goleada histórica si Cristiano Ronaldo hubiera tenido su habitual acierto de cara a puerta. En su tercera ocasión clara puso el segundo en el marcador. Aunque la genialidad de la noche tiene nombre y apellidos: Karim Benzema. Enorme desplazamiento en largo de Xabi Alonso, controla Karim con el pecho y bate a Bravo por arriba con una vaselina propia de un genio. Ni el gol de Xabi Prieto inquietó a la parroquia madridista.

Hay jugadores que deben tener mención especial. La pareja de mediocentros -Xabi y Khedira- son imprescindibles: derroche físico inhumano, criterio en diferentes facetas y llegada. Alonso va poco a poco recuperando esa forma física que lo hace especial. De la progresión de Khedira -espectacular pase para el cuarto de la noche- y Varane -central para muchos años- da para escribir una novela. La soltura con la que se desenvuelve el joven central francés a su edad es fascinante. La goleada la cerró Cristiano en una jugada muy típica entre Higuaín y la estrella portuguesa: el argentino supera por velocidad a su defensor desde la zona derecha del ataque y asiste para que Cristiano, que entra como un misil en el área, ponga la rúbrica.

Salvo los pitos aislados a Fabio Coentrao por su affaire con el cigarro, el Bernabéu fue una fiesta. La animación ha mejorado en los últimos encuentros, con distintos focos de cánticos desde el fondo Norte y un sector del gallinero. Mientras tanto, en una decisión bastante discutible, el Real Madrid tampoco ha concedido rueda de prensa al finalizar el encuentro. Impera la ley del silencio. Pero una ausencia de declaraciones que, al contrario que denuncian algunos, es vista positivamente por gran parte de la afición madridista. Ya lo dijo Gistau en la entrevista: la adhesión a Mourinho y sus decisiones crece exponencialmente al mayor número de críticas e injerencias externas que recibe la institución. Eso sí, es preocupante que la voz más autorizada sea el señor Eladio Paramés. No creo que Mourinho necesite portavoz personal. Y aunque sea divertido verle bromear y repartir por twitter a diestro y siniestro, el proyecto de Mou es mucho más serio que algunas declaraciones.

Real Madrid 5 - Real Sociedad 1. Benzema (2), Cristiano Ronaldo (2) e Higuaín; Xabi Prieto.

Casillas (1), Arbeloa (2), Ramos (2), Varane (3), Marcelo (3); Xabi Alonso (3), Khedira (3); Kaká (2), Cristiano Ronaldo (3), Benzema (3); Higuaín (3). Sahin (1), Jesé (1), Coentrao (1)

Mejor jugador del partido: Karim Benzema

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