Cristiano no cede

Foto: El mundo.es

El Madrid ha superado una prueba de fuego. El Villarreal presentó sus credenciales esta noche en el Bernabéu siendo el rival que ha estado más cerca de derrotar al conjunto de Mou. La gasolina le duró 45 minutos. Emergió la figura de un Cristiano Ronaldo que sigue implacable en su afán por la victoria. Y no solo individualmente, sino implicando a todos sus compañeros.

El equipo de Garrido pudo hacer sangre en la primera mitad. La conexión y la movilidad entre líneas de jugadores como Cani, Borja Valero, Rossi y compañía hizo un destrozo al centro del campo madridista. Hablamos de ello en la última entrada y no es un asunto baladí. La incorporación de un tercer volante se hace primordial ante equipos de un nivel superior. El Villarreal nos dio un baño de fútbol en la primera parte, al igual que el Barcelona en los últimos enfrentamientos. Un jugador que se beneficiaría de ello sería Xabi Alonso sin lugar a dudas. La figura de Özil se diluye en ese futuro esquema, y no digamos ya en una hipotética eliminatoria de Champions fuera del Bernabéu. El Madrid debe inventarse el Sneijder de Mou en el Inter.

Los jugadores del Villarreal triangulaban sin oposición alguna. Los goles de Cani y Marcos Rubén fueron contrarrestados por dos zarpazos de Cristiano; el primero en un pase de la muerte de Özil y el segundo al cabecear una falta botada por Xabi. El Madrid se había salvado de la quema. A pesar de ello, Mourinho tiró de Khedira. Sustituyó a un Lass gris. Hay que apuntar que la indolencia del equipo fue impresionante como el día del Camp Nou. Si eres inferior, hay que parar el juego con faltas.

Albiol no pudo en ningún momento con Rossi, un delantero sublime e infravalorado. Mourinho, ojo avizor, colocó a Ramos de central. Los segundos 45 minutos fueron totalmente blancos y nos llevamos justamente la victoria. En la sombra se sitúa un desacertado Benzema de cara a portería. Sigo teniendo esperanza en el francés ya que le veo más cosas positivas que negativas. Del que no hay dudas es de un tal Cristiano Ronaldo. El tercer gol que mete es surrealista y de un tipo que está a la altura de Leo Messi. Si se intercambiarán los papeles, la pulga en el Madrid y el portugués en el Barsa, algunos no tendrían dudas. 

Si el señor Mourinho consigue revivir a Kaká, habría que ponerle una estatua en la entrada del estadio. Cristiano Ronaldo le dio el pase del cuarto gol al brasileño, la algarabía en el estadio era increíble. Mourinho alzaba los brazos pidiendo más y más al respetable. Y claro, llegó la polémica. Las alimañas saltaron antes de tiempo y volvieron a crear un cisma mundial sobre su cabeza. En rueda de prensa juró que había ido a celebrarlo con su hijo. Le creo. Más que nada porque es verdad. No había surgido ningún problema con el Villarreal, salvo el dato de la expulsión de Garrido, y no había ningún motivo para ello.

La caza de brujas de algunos profesionales contra la figura de José Mourinho  y Cristiano Ronaldo está alcanzando límites dantescos. Ayer en Twitter un periodista de RTVE, Juan Carlos Rivero, llamó "tolai" a  Cristiano Ronaldo por la forma de celebrar sus goles. Un comentario que venía a cuento por el gol de Messi de falta. Alucinante. Hoy no ha comentado nada del partidazo inmenso de Cristiano, evidentemente. Del gesto de Mou y el señorío del Madrid tendremos ración completa en crónicas e informativos. Mientras  tanto, en las tertulias televisivas, se analizará el deterioro de la imagen del Madrid o se hablará de Morata. Todo ello por individuos que se guían por el mismo patrón: enemigos de Florentino y antimadridistas.

Por mi parte, como socio compromisario del club, he remitido otra vez mi repulsa a determinados comentarios de diversos medios junto con la misión de cerrar filas a favor del entrenador de mi equipo. Este mensaje es claro:

Me gusta la gente que defiende a sus entrenadores. Quien no hace eso en un equipo, es lo peor del fútbol

Real Madrid 4 - Villarreal 2; Cristiano Ronaldo (3) y Kaká

Casillas (1), Ramos (2), Albiol (1), Carvalho (2), Marcelo (1), Lass (0), Alonso (2), Özil (2), Di María (2), Cristiano Ronaldo (3), Benzema (1), Khedira (2), Kaká (2), Gago (1)

Mejor jugador del partido: Cristiano Ronaldo

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